*** Para el economista del Fosdeh, Ismael Zepeda hay una cultura del abuso de las tarjetas de crédito, “del pensamiento que es un ingreso extra cuando realmente es un crédito, un crédito caro”.
[su_pullquote]Por Oscar Banegas[/su_pullquote]
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]
Desde pagar un simple café, hasta comprar el más nuevo modelo de “Smart TV” o bien fuera el caso, salir de esas emergencias monetarias, las tarjetas de crédito se han convertido a través de las décadas en un “aliado” de las economías domésticas.
Es de mencionar que el llamado “dinero plástico” poco a poco comienza a ser sustituido por el pago con teléfonos móviles, lo cierto es que pagar en un establecimiento o servicio sin usar dinero en efectivo tiene sus ventajas, como salir “tranquilamente” a la calle sin andar la ristra de billetes, acceder a promociones o descuentos, millas para viajes o sencillamente simplificar la vida de los usuarios.
Pero lo que se debe de entender es que una tarjeta de crédito, es dinero prestado que se puede utilizar en lo que se quiera, no obstante, más temprano que tarde ese dinero tiene que ser devuelto al banco.
En Honduras, al 31 de octubre del 2019 el número de tarjetas de crédito en el mercado hondureño era de 821 mil 397, figurando dos bancos “tarjeteros” con más de 200 mil tarjetas emitidas cada uno.
Del total, 699 mil 890 no son responsables con sus pagos, 420 mil 715 son deudores naturales en moneda nacional y 279 mil 175 en moneda extranjera.
No son un ingreso extra

Para el economista del Foro Social de la Deuda externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Ismael Zepeda, hay una cultura del abuso de las tarjetas de crédito, “del pensamiento que es un ingreso extra cuando realmente es un crédito, un crédito caro”.
“Es un mal necesario podríamos decirle porque siempre el hondureño le sobra mes, no le sobra salario, entonces cuando le sobra mes pues esa es la lógica de las tarjetas, tener una disponibilidad de recursos como crédito, como un crédito rápido vamos a llamar, y eso hace que se dinamice también el sector económico del sector financiero como tal y que tenga disponibilidad el usuario”, complementó.
Según apuntes de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), el comportamiento de la cartera de las tarjetas de crédito de los once bancos establecidos en el país, hasta el 30 de noviembre del año 2019 supera los 29 mil 532 millones de lempiras, cifra que ha aumentado en más 3 mil 065 millones comparada con los últimos datos obtenidos hasta diciembre del 2018 cuando fue más de 26 mil 466 millones.
Siguiendo con la cifra de noviembre, dentro de ese comportamiento, más 25 mil 903 millones son en moneda nacional y 3 mil 629 millones convertidos de moneda extranjera.
Mientras que la cartera en moratoria sobrepasa los mil 023 millones de lempiras, siendo 941 millones en moneda nacional y más de 82 millones de mora en moneda extranjera, números que en su mayoría pertenecen a tres de los principales bancos del país.
El Reglamento de la Ley de Tarjetas de Crédito establece que el crédito otorgado a los dueños de tarjetas no debe exceder el límite establecido de cuatro veces sus ingresos brutos, la aplicación de dicho límite se hará también sobre las tarjetas de crédito adicionales que requiera una persona, por lo que en su mayoría la gente alcanza tener hasta dos.
El mismo documento determina que los bancos deben remitir a la CNBS para su aprobación, a más tardar el 15 de enero de cada año, un programa anual de educación financiera, además como requisito de entrega por primera vez, deben capacitar al tarjeta habiente como mínimo en temas de sus derechos y obligaciones como usuario financiero, cláusulas y prácticas abusivas, entre otros.
Dos miradas
En virtud de lo anterior, el experto explicó que el uso de las tarjetas de crédito debe ser analizado desde dos miradas.
“La primera es desde el sistema financiero que sin duda tiene años posiblemente cumpla hasta una o dos décadas de su lanzamiento y utilización fuerte de parte de ellos como también un sector que les genera grandes ganancias posiblemente se hable por encima del 10 o hasta 15 mil millones de lempiras todo el sector que está generando, sobre todo por unas tasas de interés realmente altas que en algún tiempo fueron descontroladas”, declaró.
Añadió que la otra es el usuario, se debe saber lo que incurre utilizar o abusar de la tarjeta, como ser los cobros de intereses sobre moratorias, costos de utilización del plástico, costos de aun cuando cae en mora, además de que se le transmiten los costos jurídicos de la empresa que intente realizarles algún tipo de hostigamiento para poder acceder al pago de las personas que caen en mora.
“De parte del Gobierno a través de estos años desde el sistema financiero que ha implementado las tarjetas de crédito, ha intentado regular y la última ha sido que no sobrepase el 54 por ciento de tasas de interés en las tarjetas de crédito”, recordó Zepeda.
Con un uso lógico, son una herramienta
Del mismo modo, el economista expuso que de manera general la tarjeta de crédito es un vehículo financiero más, un instrumento donde la facilidad de acceso a dinero mediante tasas de interés y la disponibilidad de recursos financieros que a veces no son tan accesibles, la tarjeta de crédito lo tiene.
En gran medida se han convertido en un alivio para la economía de muchas familias, ya sea para pago de gasolina, compras de supermercado, emergencias de salud o colegiaturas, al tiempo que dinamiza la banca nacional.
“La tarjeta de crédito es eso varias miradas desde acceso al crédito hasta tener su propio récord de usuario para poder acceder a otros instrumentos financieros, un crédito como tal o posiblemente hasta créditos que le pueda montar hasta un negocio”, apuntó.
“El asunto aquí es el uso de ambos lados que si existiese una cultura financiera o una capacitación financiera manda algunas leyes a que el sistema financiero este en constante no solo capacitación al usuario si no una educación financiera para que no cometa esos abusos”, concluyó.
Sin duda las tarjetas de crédito se prestan para muchos beneficios, con un uso lógico y controlado se convierten en una gran herramienta financiera, el punto es estar dispuesto a poder disfrutar de ellas sin caer en el endeudamiento.