***El conjunto merengue quedó a tres puntos del líder de LaLiga.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
Porque el Madrid compareció en Getafe en los huesos, asolado por las desgracias que se acumulan a diario sobre las desgracias preexistentes (Fede y Mendy fueron los últimos en caer,), que obligaron a Zidane a recurrir al plan C, ó Z, con Chust y Mariano en posiciones claves (central zurdo y ariete) y vuelo para eternos secundarios como Odriozola, Marcelo o Isco.
Los de Zidane sobrevivieron a la montaña rusa (hubo incluso en ese arranque de partido un gol anulado a Mariano por media uña) y pasaron, si no a dominar, al menos sí a alejar al Getafe de los terrenos de Courtois. Cierto es que, de nuevo desde la izquierda, llegó otro centro que Mata cabeceó al palo, con serias dudas de la enorme humanidad de Courtois hubiera sido suficiente si la bola hubiera ido con destino de puerta. Pero poco a poco Isco se fue activando, y, pese a sus evidentes carencias físicas, demostró que aún sigue siendo difícil desposeerle del balón. Lo movió con criterio, con Modric siempre en la salida, y el Madrid pasó a jugar más tiempo en campo ajeno que en el propio, aunque de Asensio y Rodrygo apenas hubo noticias.
Mariano volvió a aparecer para entrar como un búfalo al remate entre dos centrales y Soria, pero Timor sacó una palota que se colaba llorando. Tampoco supo rematar con limpieza Vinicius un buen centro de Odriozola, fácil para Soria, pero el Madrid acabó el partido mejorando sensaciones, con un Militao en plan caciue, una de las escasas buenas noticias que el partido dejó para los visitantes.
Zidane no tardó tanto como otras veces en menear el árbol, consciente, pese a las bajas, de que a su equipo se le exige siempre ganar, y más en tesituras como la actual, con la Liga en un puño y los blancos con ventaja en los duelos directos ante Atleti y Barça.
El técnico activó a Benzema, que tuvo una prestación decepcionante, pero no pudo tirar de Kroos, que vio todo el partido desde una butaca. Los cambios del Madrid fueron Antonio Blanco y Arribas, dos futbolistas que venían de jugar 90 minutos el sábado con el Castilla, y por lo tanto con las piernas cargadas de plomo. Cierto es que la entrada del mediocentro, que debutaba con el primer equipo, permitió a Modric adelantar unos metros, pero también que el Madrid perdió claridad en la salida y que a Modric empezaban a fallarle las piernas en la recta final del partido.
El Getafe se fue sintiendo cada vez más cómodo con el reparto de puntos y replegó posiciones. Bordalás sacó a Damián por Aleñá y el equipo se afirmó atrás, dispuesto a contener el prersumible arreón final del Madrid. Pero éste apenas tuvo pujanza. El plan C no dio para más en la noche la noche en la que el Madrid se dejó media Liga en el Coliseum. Marca/Hondudiario