***Esperamos que la cartera de crédito comience a crecer con la reconstrucción del país y la reactivación económica, dijo el representante del CNBS.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
A raíz de la pandemia por el COVID-19 y la crisis por las tormentas tropicales Eta e Iota, los ingresos familiares se vieron afectados en gran medida, por lo que muchos deudores del sistema financiero no podían cumplir con sus obligaciones en tiempo y forma.
El Congreso Nacional, por ordenanza del Poder Ejecutivo, legisló para que el sistema bancario del país reestructurara las deudas de sus clientes y que esto pudieran hacer frente a esta responsabilidad de acuerdo a su capacidad de ingresos.
“La cartera de crédito no se ha visto aumentada de manera significativa, el crecimiento es bastante ralentizado todavía, esperamos que con el crecimiento de la actividad económica y la reconstrucción del país, el crecimiento pueda tomar su rumbo normal”, comenzó Andrade.
“En las tarjetas de crédito hemos visto un fenómeno contrario al esperado, el crecimiento de deuda se ha visto disminuido en comparación a años anteriores, aquí creo que la gente ha sido más prudente en cuanto a sus gastos, previendo gastos en salud antes que en consumo”, manifestó.
“Casi en un 82 por ciento el sistema financiero ha podido reestructurar estas obligaciones de acuerdo a la nueva capacidad de pago de los deudores”, destacó.
Morosidad
A pesar de los efectos por los tres acontecimientos antes mencionados, Andrade aseguró que la mora no ha crecido significativamente.
“Eso es lo esperado en los tiempos de crisis, algún deterioro en las carteras de crédito, pero por eso se han sometido a estos mecanismos de alivio”, mencionó.
“Esto nos ha permitido evitar el deslizamiento agresivo de las carteras de crédito, por lo que la morosidad es de un 3.4 por ciento de mora”, concluyó. GO/Hondudiario