***La Casa Blanca confirmó la fecha y sede de la cumbre entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia, quienes discutirán “toda la gama de cuestiones apremiantes”.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
“Los líderes debatirán toda la gama de cuestiones apremiantes, mientras buscamos restaurar la previsibilidad y la estabilidad en la relación entre Estados Unidos y Rusia”, indicó el comunicado.
La cumbre venía siendo negociada por las delegaciones y la semana pasada se reunieron el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en el primer encuentro entre ambos diplomáticos desde la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en enero.
En ese marco, Estados Unidos dijo que renunciaba a las sanciones originales establecidas para la empresa Nord Stream 2 AG, medida saludada por Rusia como un alivio de tensiones. Sin embargo, las complicaciones surgen en varios frentes de la relación, marcada por las acusaciones de espionaje y ataques cibernéticos.
Decidido a romper con lo que muchos consideraron como una relación deferente entre Trump y Vladimir Putin, Joe Biden calificó en el inicio de su gobierno al líder ruso de “asesino”. Además, Washington y Moscú se impusieron sanciones mutuamente, en una dinámica de ojo por ojo.
Pero la Casa Blanca insiste en que su política exterior es muy pragmática y está abierta a encontrar puntos de contacto incluso con sus peores enemigos cuando se tate de asuntos de interés estadounidense, como el cambio climático o el desarme.
La administración Biden solicitó la cumbre el mes pasado luego que Rusia concentró fuerzas en su frontera con Ucrania y que fue acusada de participar en el hackeo de SolarWinds, de ofrecer dinero a cambio de matar a soldados estadounidenses en Afganistán, y de intentar matar y luego encarcelar al líder opositor Alexei Navalny.
Con todo, el politólogo Alexéi Makarkin considera que ninguna de las dos partes está interesada en una nueva Guerra Fría. “Rusia no lo está. La economía no le da para ello. El Gobierno ruso tiene planes inmediatos para estimular la economía. La URSS perdió la Guerra Fría y todo terminó muy mal para ella. Eso lo tienen muy presente”, comentó a Efe. En cuanto a EEUU, opina que al otro lado del océano son conscientes de que, aparte de las acusaciones de involución democrática, “no se puede lograr que Rusia cambie a corto plazo”.
“En la Casa Blanca creen que, sea como sea, hay llegar a un acuerdo con Rusia”, afirma. En su opinión, el “ánimo de revancha” está perdiendo enteros entre los rusos, que desde que se aumentara la edad de jubilación en 2018 prefieren que el Gobierno se centre en los problemas sociales y no practique una activa política exterior. Infobae/Hondudiario