***No se trata de meterle miedo a la gente, se trata de información y educación para cumplir con las medidas de manera automática, dijo uno de los infectólogos.
[su_pullquote]Por: Gabriel Ortiz[/su_pullquote][su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
Negligencia de las autoridades, el cierre de triajes, poco personal sanitario, corrupción y sobrevaloración en compras durante la pandemia como con los hospitales móviles; y las pocas vacunas anticovid aplicadas, son algunas de las bombas que tienen la situación del COVID-19 en contante estallido, ya que los contagios y muertes por el virus no cesan en el país.
Si bien, la vacunación es una luz al final del túnel, hasta ahora, Honduras ha recibido unas 2 millones 608 mil 880 vacunas contra la COVID-19 mayormente por donaciones, pero también por compras de parte del Gobierno y el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Sin embargo, del total de dosis, 513 mil 670 fueron adquiridas entre el Seguro Social y el gobierno, pero con dinero de las arcas públicas apenas se compraron 105 mil 670 que equivalen al 4.05 por ciento.
De estas más de 2 millones de dosis de vacunas, se han aplicado 800 mil dosis a los hondureños, aunque solo menos de 50 mil ya recibieron las dos dosis.
Pero también existe otro detonante que preocupa al personal médico y que tiene gran responsabilidad en la situación de la pandemia en el país. El relajamiento de las medidas de bioseguridad en Honduras.
En ese sentido, la infectóloga, Maribel Rivera, lamentó que la población le ha perdido el miedo al COVID-19 y por eso los contagios han seguido hacia el alza.
Hasta la fecha se contabilizan 6,980 muertes por la enfermedad y 262,069 personas que se han contagiado.
Estas cifras que son refutadas por la industria funeraria que da cuenta de 14 mil muertes durante los 15 meses de pandemia.
“Lastimosamente hemos visto que la población le perdió el miedo al COVID, la actitud que tienen las personas es como que, si ya hubiese pasado la pandemia”, manifestó Rivera.
“La gente no quiere entender que todavía estamos en plena pandemia, que esto no se va a solucionar todavía y se está perpetuando en nuestro país porque las personas no queremos entender que debemos mantener todas las medidas”, expresó.
Exhortó que “debemos mantener el distanciamiento, el lavado de manos y el uso de la mascarilla y vemos en las calles a muchas personas sin mascarilla”, lamentó.
“De seguir así vamos a continuar con esta cantidad de personas que se enferman, por eso es que debemos de seguir las recomendaciones”, incitó.
“No es justo que seamos egoístas, estamos llevando el virus a las casas, no nos importa a quién vayamos a infectar”, señaló.
Medidas
Rivera recomendó que dentro de las casas las personas también tienen que seguir las medidas de higiene porque el virus puede estar en cualquier parte.
“En las casas hay que seguir con las medidas de higiene, la gente no se lava las manos, el virus no vuela, este es por contacto y si nosotros usamos la higiene de manos vamos a evitar que en la casa se infecten”, aseguró.
“Ha habido familias en las que una persona lleva el virus y los demás no se contagian porque tienen medidas higiénicas, entonces sí es importante seguirlas”, finalizó.
Las medidas de bioseguridad se siguen por cuestión de cultura
Por su parte, el epidemiólogo, Fidel Barahona, manifestó que en Honduras se debe cultivar la cultura de las medidas de bioseguridad porque los contagios de COVID-19 siguen hacia el alza.
La población se ha relajado, ha dejado a un lado la mascarilla y el distanciamiento físico, lo que ha permitido que miles de hondureñas se sigan contagiando y muriendo a causa del virus.
“Hasta hace año y medio nosotros no usábamos mascarilla, pero ahora debe de ser algo automático, si vamos a salir tenemos que recordar porque a veces se nos olvida”, manifestó.
“Esta es una cuestión cultural, no se trata de meter miedo… aunque hay gente que hace todo lo contrario a lo que se aconseja”, señaló.
“Esto es como cuando hay padres que son demasiado rígidos y demasiado estrictos, lo que los hijos hacen es todo lo contrario, por lo que el uso de mascarilla es una labor de convencimiento y se puede lograr a través de la información, de la educación”, indicó.
En ese sentido, Barahona aseguró que “un buen plan para el ataque de una pandemia es generar la información, educación a la población para que se vaya interiorizando y se convierta en algo cultural”.
El epidemiólogo mencionó que los medios de comunicación juegan un papel importante en este tema, ya que pueden ayudar a educar a la población al respecto.
“Lo que pasa es que hay que estar metiendo cuña y spot para logar que la gente vaya interiorizando esto porque si no se olvida”, señaló.
“La contribución de los medios ha sido muy buena y que bueno que eso se ha dado para lograr esas conductas en las personas y que se vuelva una práctica diaria”, finalizó.