***El organismo desea controlar si presenta mutaciones que hagan que se transmita con mayor facilidad o reduzca la eficacia de las vacunas.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]
La variante Mu del COVID-19 es considerada ahora como “de interés” por la OMS, lo que implica que se le hará un seguimiento para saber de inmediato si presenta mutaciones que puedan modificar la forma en que se transmite, volverla más virulenta o reducir la eficacia de las vacunas utilizadas en la actualidad para prevenir el coronavirus. La OMS ha explicado que: “Aunque la prevalencia global de la variante Mu entre los casos secuenciados ha disminuido y es actualmente inferior al 0,1%, su prevalencia en Colombia (39%) y Ecuador (13%) ha ido aumentando de forma constante”.
La Organización Mundial de la Salud ha definido un método para clasificar las especies identificadas según la ubicación de las principales variantes. Según sus protocolos se puede dividir en dos categorías: variantes de interés y variantes preocupantes. A medida que se identifican nuevas especies, a estas se las estudia para evaluar los riesgos globales para la salud pública. La secuenciación de virus es esencial para comprender cómo se están produciendo la pandemia a nivel mundial y responder lo más rápido posible.
Las variantes de preocupación incluyen una menor protección contra la infección, enfermedades más graves, mayor hospitalización o mortalidad, reducción significativa de los anticuerpos neutralizantes producidos durante una infección o vacunación anterior y menor eficacia del fármaco. Son conocidas como variantes de preocupación: la Alfa o británica, la Beta o sudafricana, la Gamma o brasileña y la Delta o hindú.
Menos de una cuarta parte de la población de Latinoamérica y el Caribe ha recibido la pauta completa de vacunación. La directora de la agencia de la ONU denunció que aún faltan meses para que muchos puedan vacunarse. Mientras países como Chile y Uruguay han inmunizado a más del 70% de su población y Panamá y Ecuador a casi el 60%, países como Haití, Nicaragua o Venezuela no han vacunado ni al 10% de su población, según el reporte de Our World in Data.
Al igual que el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, todos los virus cambian con el tiempo. La mayoría de los cambios tienen poco o ningún efecto sobre la naturaleza del virus. Sin embargo, algunos cambios pueden influir más notablemente en el diagnóstico, como la propagación, la gravedad de las enfermedades relacionadas y la eficacia de las vacunas. Infobae/Hondudiario