BANCO. A Navarro nadie le saca de la cabeza que el hombre de El Chimbo tiró la toalla con su diputación porque tenía la marimbeada como en el banco. “I can’t believe it”.
PEPE. Avisa Pepe que va con todo para unir a Xiomara y a Yani en contra de su exdelfín. Parece que el hombre ya está quedando como el “resignado” de El Hatillo. Los tiene tataratas el amigo.
GATO. Lo que no sabe el hombre de El Chimbo, según la Alvarenga, es que Libre le hace los “siete quiebres del gato envenenado” a los azulejos y quien sabe, papa… Será.
VOTOS. Mel hasta corrió a “aplaudir” la propuesta de su paisano putativo. Ajá, y la promesa que había hecho -públicamente y en una servilleta- de una alianza con el PL y que la encabezaría el que sacara más votos.
FOTOS. Power Chicken ha mandado hasta fotos de varios que han desertado del PSH en SPS, porque no topan a PB, y se han unido a su candidatura independiente.
COVID. Aunque todavía con covid, han columbrado a Chávez Madison dirigiendo, a control remoto, operaciones del Comité Central y de la campaña.
AXEL. El hondureño que grabó a Axel en la feria,llegó hasta el consulado en Miami a dejar la dirección exacta del chapín.
RÓTULO. Pero lo cierto es que el peludo chapín no tiene culpa, porque en su stand de la feria dice bien clarito, en un rótulo, que lo que vende son “desechos hospitalarios”.
YURI. Confirma Yuri que existe una alerta roja y petición de orden de captura a Interpol. Lo que no se sabe es si la Interpol ordenó la captura o si simplemente la engavetó.
NUNCA. Cuando “Quique Carretilla” se pidió una orden de captura internacional, pero como el olanchano estaba bien parado con la mentada comunidad internacional -y con el Loco Hugo- la tal Interpol nunca la ejecutó.
BOZAL. Como “violencia de género” califica la Pao las críticas a su gestión y de la Rixi. O sea que si llegara a ser presidenta de la “res-pública” habría que soportar todo lo que haga, como con un bozal, porque si la critican diría “violencia de género”.
MEJOR. Será que en Chile nunca criticaron a la Bachelet, ni en Alemania a la Merkel, ni en Nicaragua a doña Violeta. ¿No sería mejor que hablaran menos y trabajarán más?