***El Vaticano reconoció como un milagro el caso de una niña argentina que hace 10 años estaba en estado vegetativo pero que se curó de forma inexplicable tras el rezo de su madre a Albino Luciani.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
Se abre así el camino para la beatificación del Pontífice veneciano y ahora sólo se espera la fecha, que será fijada por el Papa Francisco.
Albino Luciani nació el 17 de octubre de 1912 en Forno di Canale, Italia. Luego de una infancia marcada por el hambre y la pobreza, a los 12 años ingresó en el seminario. En 1937 fue ordenado sacerdote. Se doctoró en teología y su trabajo con los más necesitado llamó la atención entre sus colegas. De esta forma fue ascendiendo en la jerarquía eclesiástica: Obispo, Patriarca de Venecia, Cardenal. También integró el Concilio Vaticano II. Tras la muerte de Paulo VI, a los 66 años Luciani asumió como Sumo Pontífice en 1978.
La versión oficial del Vaticano indicó que murió de un ataque al corazón en la madrugada del 28 de septiembre de 1978. Pero su fallecimiento se tiñó de sospechas y teorías conspirativas con diversas tesis que sostenían que había sido asesinado.
Luciani fue el primero en usar un doble nombre en reconocimiento a sus más inmediatos antecesores, Juan XXIII y Pablo VI. Además fue el último de los papas italianos luego de cuatro siglos. Tras su muerte se acabó la hegemonía italiana. Los siguientes serían un polaco, un alemán y Francisco, un argentino. Fue también el último Papa en morir en el Siglo XX.
En 2003, su sucesor, Juan Pablo II, lo declaró Siervo de Dios, iniciando el camino a la santidad. En 2017 el Papa Francisco lo proclamó Venerable. Ahora el Vaticano aprobó un milagro vinculado a Luciani y que tiene que ver con la historia de una niña argentina.
La niña de 10 años fue trasladada a la Fundación Favaloro donde tampoco pudieron dar un diagnóstico preciso. Años después, los especialistas concluyeron que la patología era FIRES (síndrome epiléptico por infección febril), una enfermedad de las consideradas raras, que afecta a una persona en un millón, casi siempre sin posibilidad de sobrevida.
No había esperanzas para Candela. Incluso los médicos le recomendaron a la madre que volver a Paraná para que muriera en su casa. De llegar a sobrevivir el pronóstico era desalentador: especialistas decían que iba a quedar en estado vegetativo, ciega. La noche del 22 de julio de 2011 una médica le dijo a Roxana que no podían hacer más nada: “Cande se muere esta noche”. Desesperada, entre lágrimas, acudió a la iglesia a la que siempre iba a rezar, la parroquia Nuestra Señora de la Rábida, ubicada a metros de la clínica.
Fue el Padre José quien le escribió una carta al Papa Francisco contándole lo sucedido. El milagro de Candela fue estudiado por la Comisión Médica del Vaticano que, en este caso, dio una sentencia positiva unánime. Los teólogos también dieron su veredicto positivo. Finalmente los cardenales reafirmaron que se trató de un milagro.
¿Cómo es el proceso de beatificación y canonización?
El camino para que un candidato sea reconocido como beato y santo es riguroso, de muchas exigencias y hasta oneroso. Es un proceso que no solo puede llevar a durar años, sino décadas y hasta siglos, como el caso de la beata argentina Mama Antula, que tras la apertura de la causa en 1905 todavía no ha sido declarada santa.
Cuando la causa llega a Roma, el postulador tiene que demostrar que ha habido un milagro por intercesión del candidato: tiene que ser una sanación científicamente inexplicable y permanente. Una comisión médica compuesta por hasta 50 profesionales estudia que cumpla estas características y después los obispos y cardenales deben dar un veredicto positivo sobre el milagro. Luego, el Prefecto elabora un decreto que será confirmado por el Papa. Cuando este lo aprueba, ya se puede fijar fecha para la beatificación y así el Venerable es declarado beato. El siguiente paso será la canonización, que requiere de otro milagro realizado después de la beatificación y, obviamente, atribuible a la intercesión del nuevo beato. Y de esta manera se declara santo. Infobae/Hondudiario