***Pese a que las autoridades mexicanas han ofrecido visas temporales, y a diferencia de otras marchas en los últimos meses, la mayoría de este grupo de migrantes no quieren quedarse en México, sino que van con la meta de entrar y pedir asilo en Estados Unidos.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
A diferencia de otras caravanas similares que salieron de Tapachula rumbo a la Ciudad de México y presionar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que les otorgue visas humanitarias y permisos de trabajo, esta vez los inmigrantes tienen otro objetivo: llegar hasta la frontera sur de Estados Unidos y pedir asilo.
“Era verdad que las caravanas anteriores iban rumbo a la capital y presionaban por visas humanitarias, pero esta vez las cosas cambiaron. La intención de la mayoría de ellos es seguir directo hasta la frontera de Estados Unidos donde cruzarán para pedir asilo porque no pueden vivir en sus países, ni tampoco en México”, aseguró a Univision Noticias Luis García Villagrán, del Centro de Derechos Humanos para la Dignificación Humana de Tapachula.
Las autoridades mexicanas han ofrecido otorgar visados por un año a estos migrantes, pese a lo cual, muchos mantienen sus intenciones de buscar asilo en EEUU.
No es la primera caravana que organiza y encabeza el activista. “Y tampoco será la última”, advierte. “Tapachula se ha convertido en el patio trasero de Estados Unidos donde cada día llegan miles de personas que lo dejan todo en busca de un mejor futuro. Y los gobiernos no hacen nada por ellos”.
Cuántos son
El número de inmigrantes que integran la última caravana que salió la madrugada del lunes desde el Parque Bicentenario de Tapachula es incierto y no verificado.
“Nosotros tenemos una base de datos con 14,113 inscritos”, dice García Villagrán. “Hicimos una lista durante 15 días donde la gente se fue anotando. Un inmigrante venezolano que sabe de estas cosas ayudó con eso durante dos semanas”, aseguró aunque Univision Noticias no ha visto esa base de datos, que el activista acordó en compartir más adelante.
Poco antes de la salida de la caravana, agencias de prensa citaron la cifra en poder de García y otros estimaron que el número de participantes eta de unos 7,000.
Este martes, el periódico El Sol de Chiapas, de Tapachula, reportó que la caravana está integrada por “unos 5,000 migrantes” y que el 80% de ellos son de origen venezolano”.
Los datos tampoco han sido verificados. García dice que “efectivamente la mayoría de los integrantes de la caravana son de Venezuela, pero también han centroamericanos, cubanos, haitianos y gente que se está sumando mientras avanzamos hacia el norte”.
“La Divina Providencia”
El primer día de caminata fueron golpeados por una incesante lluvia. Este martes la humedad y el calor dificulta el avance, pero el ánimo no decae.
“Gracias a Dios se organiza la gente”, dice García Villagrán, quien este año ha encabezado al menos dos caravanas y conoce la ruta. “La gente de la costa de Chiapas es muy caritativa. Y la ayuda de la Divina Providencia. Con todo eso la gente ha sobrevivido y espera seguir hasta llegar a la meta”.
A pesar del optimismo, las preocupaciones crecen cada kilómetro que avanzan. “No es fácil tratar con todo este mundo de gente, es un verdadero problema. Cada persona le parece que su caso es más urgente que el de otro, llevamos más de 3 mil niños, van 126 mujeres embarazadas y más de 70 discapacitados adultos. Gracias a Dios, a diferencia de otras caravanas, esta vez la autoridad los deja pasar”.
En caravanas anteriores, una en enero y otra en Semana Santa, fueron reprimidas por la policía y la Guardia Nacional de México con el objetivo de frenar el avance. Luego, tras tensas negociaciones, el gobierno de México ofreció visas humanitarias, permisos de trabajo y traslados a otras ciudades y estados del país.
Demandan protección
Poco antes de la salida de la caravana, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH) solicitó medidas cautelares a diversas autoridades federales y del estado de Chiapas, “a fin de salvaguardar los derechos humanos de las niñas, niños, adolescentes, mujeres embarazadas, personas mayores, con problemas de salud y con discapacidad que la integrarán”.
La entidad precisó en 11,000 el número de migrantes que integran la marcha y asegura que vigila de cerca el recorrido para exigir que se respeten los derechos de todas estas personas que huyeron de sus países de origen a causa de diversos factores, entre ellos violencia, pobreza, cambio climático, corrupción de gobiernos, narcotráfico y crimen organizado.
El Instituto Nacional de Migración (INM), por su parte, reiteró un llamado “a las personas extranjeras con estancia irregular en territorio nacional, para que no se dejen engañar con promesas falsas que sólo ponen en riesgo su integridad, de la familia y de acompañantes”.
Indicó además que “lamenta que algunas personas que se dicen defensoras de derechos humanos organicen caravanas y, por el contrario, afecten a quienes conforman los grupos vulnerables, como mujeres, niñas, niños, adolescentes y personas mayores de edad, al someterlos a largas caminatas bajo la inclemencia del tiempo o el peligro que significa andar a sobre carreteras, acotamientos de las autopistas o viajar sobre la plataforma de un tráiler”.
La dependencia, que opera bajo el mando de la secretaría de Gobernación (interior), pidió a los inmigrantes inscribirse y solicitar el estatus de refugiado “ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).
A la pregunta por qué no acataron el llamado de las autoridades migratorias mexicanas de registrarse, García Villagrán dijo que el sistema implementado por el gobierno no funciona.
“Es un tapón, un nudo humano. La COMAR demora meses en otorgar una cita y luego el Instituto Nacional de Migración demora otros meses en otorgar documentos. En todo ese tiempo de espera los inmigrantes se quedan, muchas veces tirados en las calles y en las ciudades más pobres de México”, agregó el activista.
“Esto lo hemos visto y lo hemos dicho cada vez que sale una caravana rumbo al norte”, explicó. “La gente tiene que comer, no pueden dejarla abandonada a su suerte mientras el gobierno demoras meses en atender los pedidos de refugiado».
García también dijo que “lamentablemente ahora en Los Ángeles, que se celebra la Cumbre de las Américas, varios presidentes de los países que exportan migrantes no asisten. Si no están todos los que tienen que estar, este problema seguirá creciendo”, concluyó. Univisión/Hondudiario