***Castro exigió respeto a su país y expresó el anhelo de vivir en paz. “No sigan tratando de desestabilizar a Honduras y dictarnos sus medidas o escoger con quienes debemos de relacionarnos”, dijo.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, compareció este martes 20 de septiembre ante miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la 77 Asamblea General, con un discurso en el resaltó los avances en su gestión durante los primeros meses de gobierno y criticó la crisis que han generado las grandes potencias en los países pobres.
En ese sentido, inició refiriéndose a 13 años de dictadura durante el gobierno anterior, una pandemia, dos huracanes y dos fraudes electorales, que le ha tocado atravesar para estar en ese lugar, como la primera mujer al mando de la nación.
“Comparezco en esta tribuna mundial, en lo que para mi país significa un hecho histórico, no solo porque soy la primera mujer que tiene el honor de dirigir nuestra nación centroamericana, sino que también represento el primer gobierno electo democráticamente después de transitar 13 años de dictadura”, fueron las primeras palabras de la mandataria tras un respetuoso saludo a los presentes.
Detalló que su llegada se da tras el golpe de Estado en 2009 contra su esposo, el expresidente José Manuel Zelaya; dos fraudes electorales; la pandemia del COVID-19 y los dos huracanes, Eta e Iota; los tres últimos eventos suscitados en 2020.
Por lo anterior, indicó que estos hechos son el contexto para entender las caravanas migrantes integradas por hondureños que buscan salir del país.
“La democracia electoral no es suficiente para obtener el bienestar material y espiritual de nuestro pueblo. 13 años de dictadura tutelada por la comunidad internacional nos llevó al país a multiplicar su deuda pública por seis veces y alcanzar la tasa del 74 por ciento de pobreza, la más alta en la historia de Honduras”, acotó Castro.
Aseguró que Honduras nunca volverá a ser tierra de nadie, al tiempo que prometió que “proporcionaremos salud, educación de calidad a nuestros niños y jóvenes”.
Durante su discurso en la Asamblea General de la ONU la presidenta, remarcó que, “las políticas públicas avaladas por el modelo rentistas nos arrastraron a un mundo cargado de violencia y pobreza”.
Añadió que en los 13 años de dictadura el país alcanzó la tasa de pobreza más alta, y es por ello que las naciones pobres del mundo ya no “soportamos los golpes de Estado”.
Asimismo, la mandataria habló de que nadie debe tratar de desestabilizar el país porque Honduras quiere vivir en paz, y nadie debe “escoger con quiénes debemos relacionarnos”.
Dijo que las grandes potencias han provocado enorme daño a países pobres con las guerras, así como la destrucción al medioambiente, cuyas consecuencias pagan los más desposeídos.
“Las naciones industrializadas del mundo son las responsables por el grave deterioro del ambiente, pero nos hacen pagar a nosotros por su oneroso estilo de vida, y para ello, no escatiman nada, para sumirnos en sus planes y en una crisis sin fin, pretendiendo que estemos atados de pies y manos”, expresó.
“La Honduras que dirijo, se está construyendo bajo una visión de refundación humanista, impregnada de dignidad y soberanía, que hará lo que legalmente sea importante para recuperar nuestro medio ambiente, y alcanzar el bien común para toda nuestra población”, añadió.
De igual forma, sostuvo que, “por ello, nos resulta inaceptable este orden mundial arbitrario, en el que existen países de tercera y de cuarta categoría, mientras los que se creen civilizados no se cansan de hacer invasiones, guerras, especulaciones financieras y crucificarnos con su inflación una y otra vez. Tomo esta tribuna para exigir que se nos respete, queremos vivir en paz, NO sigan tratando de desestabilizar a Honduras; y dictarnos sus medidas o escoger con quienes debemos relacionarnos”.
Castro rechazó “el infame y brutal bloqueo a Cuba. Debe terminar la agresión contra Venezuela”.
DISCURSO
No solo soy la primera mujer que tiene el honor de dirigir nuestra nación centroamericana, sino que también representó el primer gobierno electo democráticamente después de transitar 13 años de dictadura, el golpe de Estado de 2009, cargado de crueles asesinatos y escuadrones de la muerte, dos sendos fraudes electorales, una pandemia y dos huracanes es imposible entender a los hondureñas y hondureños y las grandes caravanas de migrantes sin reconocer este contexto de cruel sufrimiento por el que nos ha tocado atravesar.
Pero la democracia electoral no es suficiente para obtener el bienestar material y espiritual de nuestro pueblo.
Trece años de dictadura tutelada por la comunidad internacional, nos llevó al país a multiplicar su deuda pública por seis veces y alcanzar la tasa del 74 por ciento de pobreza, la tasa más alta en la historia de Honduras.
5 de cada 10 de mis compatriotas viven en pobreza extrema, pero tengo claro que ninguna de estas cifras impresiona a nadie en el mundo que hoy vive bajo la dictadura monetaria, que a los más pobres se les imponen las medidas más draconianas de disciplina fiscal que aumenta el sufrimiento de las mayorías postergadas y el capital especulativo no tiene límites.
Es evidente que hoy para que nuestro país sobreviva debemos rechazar esa presunta austeridad que premia a los que concentran la riqueza en pocas manos y aumenta la desigualdad de forma exponencial.
Desde que llegamos a finales del mes de enero mostramos una férrea voluntad de consenso expresando siempre la más firme decisión de lograr acuerdos de nuestros compromisos sin negar ninguno de ellos, pero la tarea de socavar la voluntad del pueblo nos llega desde todas las direcciones, mientras se fomentan conspiraciones entre los mismos sectores que saquearon al país y sus aliados golpistas envalentonados por la descarada actitud antidemocrática, algunas veces disfrazada de diplomacia.
Las políticas públicas avaladas por el modelo rentista desde la comunidad financiera internacional de los últimos 13 años nos arrastraron a un mundo cargado de violencia y pobreza con proyectos fallidos, abandonados, corrupción, saqueo y narcotráfico.
Ninguno de los testigos internacionales de los fraudes electorales de 2013 y 2017 ignoraban a los que estaban condenando a nuestro pueblo, y sin embargo, se mostraron complacientes con la peor plaga que ha azotado a nuestro país.
La soberbia del capital y del interés mezquino hizo a muchos optar por el engaño mientras el crimen organizado llevaba al país al desfiladero.
Las naciones pobres del mundo ya no soportamos Golpes de Estado, el uso de law fare, ni Revoluciones de Colores, usualmente organizadas para espoliar nuestros vastos recursos naturales.
Las naciones industrializadas del mundo son las responsables por el grave deterioro del ambiente, pero nos hacen pagar a nosotros por su oneroso estilo de vida, y para ello, no escatiman nada, para sumirnos en sus planes y en una crisis sin fin, pretendiendo que estemos atados de pies y manos.
La Honduras que dirijo, se está construyendo bajo una visión de refundación humanista, impregnada de dignidad y soberanía, que hará lo que legalmente sea importante para recuperar nuestro medio ambiente, y alcanzar el bien común para toda nuestra población.
Por ello, nos resulta inaceptable este orden mundial arbitrario, en el que existen países de tercera y de cuarta categoría, mientras los que se creen civilizados no se cansan de hacer invasiones, guerras, especulaciones financieras y crucificarnos con su inflación una y otra vez. Tomo esta tribuna para exigir que se nos respete, queremos vivir en paz, NO sigan tratando de desestabilizar a Honduras; y dictarnos sus medidas o escoger con quienes debemos relacionarnos.
El pueblo es soberano lo demostró el 28 de noviembre apoyando mi triunfo, el más grande de la historia. Y la resistencia la que lucho contra la dictadura impuesta durante estos 13 años, esté 15 de septiembre día de nuestra independencia, me acompañó masivamente en las calles, conjurando las amenazas públicas y la mala costumbre de seguir entregando los bienes nacionales al mejor postor, como si fuéramos tierra de nadie. Nunca más, cargaremos con el estereotipo de República Bananera, terminaremos con los monopolios y los oligopolios que solo empobrecen nuestra economía.
Un pueblo generoso que ha regado con sangre la defensa de bosques y ríos, no va olvidar que, durante la dictadura, se cometieron centenares de asesinatos de jóvenes y el de nuestra compañera Berta Cáceres; ni la desaparición forzada de hondureños y hondureñas por su forma de pensar, como 5 compañeros garífunas hace ya dos años.
Cada milímetro de la Patria que usurparon en nombre de la sacrosanta libertad de mercado, Zedes, y otros regímenes de privilegio fue irrigado con sangre de los pueblos originarios. Mi gobierno social y democrático, va retomar a un estado de justicia y de derecho, para que esto, no vuelva a suceder. Trabajamos duramente en priorizar estímulos, y la eliminación de abusos fiscales. Ya iniciamos promoviendo una Ley de energía como bien público, devolviendo el derecho a los trabajadores y apoyando nuestro mercado interno invirtiendo en el agro para la seguridad alimentaria, subsidiando a los más pobres que no pagan más la energía eléctrica.
Hemos planteado renegociar los tratados de libre comercio. Hemos tomado la decisión soberana de invertir en nuestro desarrollo sustituyendo importaciones, pero compitiendo en los mercados internacionales sin subsidiar los excesos de las naciones desarrolladas. A la Mujer, a quien se le ha negado por centurias su inclusión en el desarrollo reconoceremos su importancia en la sociedad como parte de la columna vertebral de la misma, proporcionaremos salud, educación de calidad, seguridad y soberanía alimentaria a nuestra niñez y juventud.
Para Honduras, cada caravana de migrantes que sale huyendo de la dictadura que se montó por más de una década, es una dura pérdida para nuestro país y sus familias. Los números nos indican que este proceso de éxodo provocado por la injusticia neoliberal genera más desempleo y nos amarra a una indeseable dependencia. En nuestro país paradójicamente los emigrantes generan más ingreso de divisas que muchas de las exportaciones tradicionales, nuestra solidaridad y acompañamiento con los tepecianos.
En Honduras no podemos seguir sosteniendo la hipocresía de un sistema que juzga por crímenes vinculados al tráfico de drogas; 12 al personaje que, sin embargo, respaldaron y apoyaron por más de una década en la comisión de delitos, dos fraudes electorales, y crímenes de lesa Patria contra millones de hondureños. Por todo esto, vamos a instalar una comisión internacional de combate a la corrupción y la impunidad con el apoyo del Secretario de las Naciones Unidas.
Honduras solo tendrá futuro si da pasos en firme para el desmontaje de la dictadura económica Neoliberal. Por eso ya iniciamos la refundación de la Patria y de la educación con los ideales y valores de nuestro héroe nacional: Francisco Morazán Quezada.
GO/Hondudiario