*** Desde la sociedad civil se pide a la presidenta Xiomara Castro que busque una solución al problema de las tomas de hospitales públicos.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]
Las tomas del Hospital Regional El Progreso y del centro de salud Alonso Suazo son claros ejemplos de que la Salud pública de Honduras enfrenta una crisis permanente.
En la ciudad de El Progreso, norte de Honduras, campesinos afines al partido Libertad y Refundación (Libre) mantienen tomado el Hospital Regional El Progreso. Algo similar sucede en el centro de salud Alonso Suazo de la capital, donde colectivos de Libre tienen secuestradas las instalaciones.
Los campesinos exigen la remoción en su cargo del director de la institución, Edgar Murcia, pero él aseveró que no renunciará y el malestar de estos grupos políticos es porque él no atiende las exigencias de ciertos grupos.
Ante la situación, a los pacientes y el personal médico se le suma otra preocupación, pues se está violentando a los hondureños el derecho a la salud.
Las circunstancias en el Alonso Suazo son similares. Los colectivos de Libre piden a la funcionaria Sonia Amaya que destituya a todo el personal que no realiza bien sus funciones.
También piden que se cumpla con la promesa de conceder 80 oportunidades laborales.
Los quejosos exigen la contratación de gente competente y la destitución de militantes del Partido Nacional.
Un problema político
Debido a la constante problemática, el presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH), Josué Orellana, llamó a todas las partes a que se sienten y lleguen a un acuerdo para que la atención médica pueda restablecerse.
El personal sanitario no puede con la incertidumbre que se vive dentro de los sanatorios, pues los pacientes están a punto de quedarse sin alimentación.
El problema que existe es político ya que el director es afín al Partido Salvador de Honduras (PSH) y no de Libre, esto ha molestado a las bases ya que sus exigencias no han sido tomadas en cuenta por el galeno, indicó Orellana, en relación a la toma del Hospital Regional El Progreso.
“Si no hay diálogo la situación continuará porque esto es una cuestión política y los pacientes y personal del centro asistencial son los que están pagando las consecuencias en este caso”, puntualizó.
Dejando a un lado el desabastecimiento de medicinas y demás ineficiencias, desde la sociedad civil se pide a la presidenta Xiomara Castro que busque una solución al problema de las tomas de hospitales públicos, ya que la población no está recibiendo la atención médica que merece. OB/Hondudiario
