*** El religioso invitó a no dejar que la tecnología nos guíe sin permitirnos la sorpresa o disfrutar del paisaje.
[su_heading size=»7″ margin=»10″]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]

El arzobispo de Tegucigalpa, monseñor José Vicente Nácher, reflexionó que “no somos dueños de nada más que de nuestra libertad”, al entrar en el primer domingo de Adviento, de la Virgen María y su esposo San José, la familia del primer Adviento y el manantial de donde brota toda Esperanza.
“Esperar bien es prepararse bien, porque no somos dueños de nada más que de nuestra libertad”, dijo.
Nácher señaló que la calidad de nuestra Navidad dependerá mucho de la calidad de nuestro Adviento.
El también presidente de Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) consideró que las cuatro semanas que preceden a la Navidad son una oportunidad para prepararse en la esperanza y en el arrepentimiento.
De manera definitiva, no sabemos cuándo, pero sabemos que Cristo llegará. Así como vino, viene y vendrá, recordó.
Esperanza significa dejar espacio a la sorpresa, incluso en este mundo de seguridades y cálculos, adicionó.
El religioso invitó a no dejar que la tecnología nos guíe sin permitirnos la sorpresa o disfrutar del paisaje.
“Usted tardará tanto tiempo en llegar por esta ruta”, nos dice la tecnología. En el camino, ya no disfrutamos la belleza del paisaje, porque andamos pendientes de una pantalla y una voz artificial. Las máquinas no conocen la sorpresa, refirió.
Pero no somos una inteligencia artificial asignada en un cuerpo animal, somos personas humanas, con cuerpo, alma y corazón, capaces de creer, esperar y amar, es decir, capaces de recibir la sorpresa de Dios, rezó.
Para terminar, instó a que el tiempo litúrgico del Adviento nos encuentre vigilantes, confiados y dispuestos. OB/Hondudiario