*** Aunque dijo que estaba dispuesto a hablar con las autoridades estadounidenses, Zelaya posteriormente renunció a su cargo en el Congreso y huyó a la vecina Nicaragua.

El medio de comunicación InSight Crime recordó que el año 2024 incluyó algunos duros recordatorios de que el dinero del narcotráfico puede llegar a los niveles más altos de la política en Honduras, poniendo en evidencia las acusaciones de contribuciones narcopolíticas que sacudieron los cimientos del poder desenmascarando a la familia Zelaya.
Los codirectores de InSight Crime, Steven Dudley y Jeremy McDermott, se unirán a algunos de nuestros investigadores de campo más experimentados para debatir sobre la serie anual Criminal GameChangers y los desafíos para el año que viene. Para asistir y participar en vivo, puede hacer una donación de tan solo $10.
Tal vez la evidencia más clara de esto fue Honduras, donde las interacciones de la primera familia con clanes del narcotráfico pusieron a la presidenta Xiomara Castro a la defensiva y prácticamente terminaron con la cooperación antinarcóticos entre Estados Unidos y Honduras, incluidas posibles extradiciones de presuntos narcotraficantes a Estados Unidos.

Gran parte de la tensión se remonta al 3 de septiembre, cuando InSight Crime difundió un video que mostraba a Carlos Zelaya, cuñado de Castro y entonces destacado congresista, en una reunión con los principales narcotraficantes del país durante las últimas etapas de la fallida candidatura presidencial de Castro en 2013. Zelaya no negó haber estado allí ni afirmó que el video fuera falso. En cambio, dos días antes de su difusión —y después de que InSight Crime solicitara comentarios sobre el caso— trató de restar importancia a la reunión, diciendo que sólo conocía a una persona que estaba presente.
“Nunca me entregaron ningún dinero, al menos a mí”, añadió.
Aunque dijo que estaba dispuesto a hablar con las autoridades estadounidenses, Zelaya posteriormente renunció a su cargo en el Congreso y huyó a la vecina Nicaragua, lo que podría haberlo puesto fuera del alcance de los fiscales estadounidenses.

Las sospechas sobre las conexiones de la familia Zelaya con el narcotráfico se remontan a décadas atrás. En el centro de las sospechas se encuentra el hermano de Carlos, Manuel “Mel” Zelaya, ex presidente y actual asesor principal de su esposa, Xiomara Castro. En un cable diplomático de 2008 publicado por Wikileaks, el entonces embajador de Estados Unidos en Honduras, Charles Ford, escribió que Mel Zelaya tenía una “estrecha asociación con personas que se cree están involucradas con el crimen organizado internacional”.
En el video de 2013 publicado por InSight Crime, los narcotraficantes —todos ellos condenados posteriormente en Estados Unidos por sus crímenes— recordaron las contribuciones que habían hecho a Mel Zelaya durante su campaña de 2005 o mientras estuvo en el poder entre 2006 y 2009, antes de que sus rivales políticos de derecha, en concierto con miembros de las fuerzas armadas, diseñaran un golpe de estado administrativo y lo destituyeran del cargo. En respuesta a una solicitud de comentarios de InSight Crime, Mel Zelaya, al igual que su hermano Carlos, dijo que “nunca había recibido dinero de los narcotraficantes”.
Las autoridades hondureñas también sospecharon durante años de las interacciones de la familia con los traficantes. En 2010, los fiscales hondureños abrieron una investigación por lavado de dinero contra varios miembros de la familia Zelaya, incluidos Mel y Carlos Zelaya, según reveló una investigación de Contracorriente de septiembre.

Basada en documentos internos de la Fiscalía General de Honduras —que InSight Crime obtuvo de forma independiente— la investigación de Contracorriente conectó a la familia Zelaya con una serie de compras de tierras por parte de Grupo Fluir SA, una empresa de bienes raíces que estaba en el corazón de lo que las autoridades creían que era un esquema de lavado de dinero.
Una de las cofundadoras de Fluir fue la esposa de Sergio Neftaly Mejía, un socio de tráfico de drogas de Joaquín “El Chapo” Guzmán y el Cártel de Sinaloa, que más tarde fue condenado por tráfico de drogas y sentenciado a cadena perpetua en una prisión federal de Estados Unidos. Los investigadores del gobierno también documentaron que Fluir emitió sospechosamente tarjetas de débito a numerosos miembros de la familia Zelaya. Y, con la ayuda de las autoridades colombianas, los fiscales hondureños investigaron si Carlos y el otro hermano de Mel, Marco Zelaya, habían detenido un envío de cocaína procedente de Colombia en los días posteriores al golpe de Estado contra Mel.
A pesar del posterior procesamiento de Mejía en Estados Unidos y del arresto de uno de los fundadores de Fluir, el caso de Fluir fracasó. El fundador fue liberado y Zelaya no ha enfrentado cargos en el caso.
Sin embargo, el espectro de un proceso judicial en Estados Unidos sigue acechando. En los días previos a la publicación del video por parte de InSight Crime, la presidenta Castro declaró abruptamente que tomaría medidas para detener las extradiciones desde Honduras. Y después de que se diera a conocer el video, Castro emitió una respuesta fulminante a las revelaciones. En ambos casos, culpó al gobierno de Estados Unidos. AB/Hondudiario/InSight Crime