lunes, marzo 17, 2025
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Revelación ciudadana de dignidad nacional, liberación de la soberanía y democracia del pueblo hondureño

Tegucigalpa, Honduras

REVELACIÓN Y EJEMPLIFICACIÓN CIUDADANA DE DIGNIDAD NACIONAL RUPTURA DE CADENAS Y LIBERACION DE LA SOBERANÍA Y DEMOCRACIA DEL PUEBLO HONDUREÑO

Ciudadano H. Roberto Herrera Cáceres

Con el propósito de destacar la unidad indivisible del proceso electoral auténtico que – basado en la legitimidad y la legalidad de su realización y resultados –  garantice esencialmente el desarrollo honesto y transparente de las elecciones generales: importa compartir aspectos sobre las recientes elecciones primarias e internas y la participación entusiasta y excepcional solidaridad  de la ciudadanía por el respeto y disfrute verdadero de su derecho al sufragio; lo que ha abierto la puerta para la respuesta esperada a la urgencia cívica de la unidad para asegurar un pluralista buen gobierno que – acompañado por la sociedad – se oriente inequívocamente a transformar y encauzar el Estado de Honduras hacía el bien común de todo el pueblo.

Cerca de las siete de la mañana del domingo 9 de marzo, fecha de la realización de las elecciones primarias e internas en Honduras, nos aprestamos – al igual que gran parte de la ciudadanía – a ejercer el derecho de participación electoral y el derecho del sufragio (voto), previo envío de un breve mensaje a nuestros compatriotas – por medio las redes sociales- recordando que elecciones auténticas son la clave del ejercicio real de la democracia. Por lo que sólo elecciones primarias e internas libres, justas y transparentes: renovarán la credibilidad de la ciudadanía en elecciones generales de iguales características; y revivirán su fe en el Estado democrático y de Derecho, con finalidad de bienestar común e individual y progreso social, tal como lo ordena imperativamente la Constitución de la República.

https://x.com/HRobertoHerrer2/status/1898718952924090373

La realidad fue distinta a lo esperado al suceder hechos raros e inusuales que afectaban a parte importante de la ciudadanía electora que, desde tempranas horas, se encontraban en los centros de votación, sin ser atendidos  por la Juntas Electorales porque las maletas que contienen el material electoral – proveniente del  Consejo Nacional Electoral (CNE )- no habían sido recibidas en las ciudades más importantes por su carga electoral o mayor concentración de votos, como lo son Tegucigalpa (Departamento de Francisco Morazán); y de San Pedro Sula (Departamento de Cortés).

Ante esa situación que se aparta de lo legal y legítimo en los procesos electorales constitucionales y conociendo de la prolongada espera de más de doce horas de conciudadanos (as) de todas las edades que expresaban cansancio y frustración en el intento de ejercer su derecho de participación y del derecho al sufragio y función pública de votar:  envié otro mensaje por redes sociales – cerca de once horas después del primero – expresando lo anterior, así como la obligación y responsabilidad del Gobierno e institucionalidad pública de darle inmediata solución,

Ese segundo mensaje puntualizó resumidamente lo siguiente: las elecciones deben ser debidamente planificadas y celebradas con orden y método para que sean libres, justas, transparentes y auténticas, porque son la clave para el ejercicio debido y real de la democracia. Ello es obligación y responsabilidad de los gobiernos e institucionalidad pública.

Por la prolongación excesiva de dicha irregular situación, hubo manifestaciones evidentes y espontáneas de disconformidad y protesta por parte de la ciudadanía que aún seguía siendo vulnerada en el ejercicio de su derecho de participación y al sufragio – entre la cual pocos ciudadanos – por causas de cansancio, frustración y salud – optaron por retirarse de los centros de votación en donde no les había sido posible depositar su voto – pero la mayoría de la ciudadanía electora permaneció estoica y ejemplarmente en las filas formadas por hombres y mujeres jóvenes, adultos y adultos mayores en espera mutuamente solidaria y pluralista de que abriesen los centros de voto para ejercer sus derechos, en democracia y Estado de Derecho.

Frente a ese irregular y persistente estado de cosas, alrededor de las 6 de la tarde, publiqué  nuevamente mensajes, indicando que ya la ciudadanía protestaba públicamente por irrespeto a su derecho al sufragio (voto), a la democracia y al Estado de Derecho; y exigía solidariamente el respeto a la soberanía del pueblo y al ejercicio, en libertad, de los derechos humanos, defendiendo la democracia constitucional y el Estado de Derecho. Ello también porque la democracia es derecho del pueblo que todo gobierno legítimo como representante y servidor del pueblo y toda la institucionalidad pública deben respetar, defender y promover.

https://x.com/HRobertoHerrer2/status/1898886170408288653?t=HhkPf0v4vTJ-OhbA4DCa5g&s=08

Las circunstancias que  seguían prevaleciendo en contra de la participación electoral y del ejercicio del derecho al sufragio de parte importante de la ciudadanía, se mantuvieron hasta las primeras horas de la noche de las elecciones y obligaron al Consejo Nacional Electoral a retrasar o posponer la hora de cierre de los centros de votación hasta las 9 p.m. pero sin afectar a la ciudadanía que ya estaba esperando, en filas, depositar su voto.

Debido a lo anterior, alrededor de las diez de la noche, envié otro mensaje de solidaridad y fundamentación de esa excepcional y ejemplar actitud ciudadana, reiterando que el pueblo hondureño protesta y exige soberanamente respetar su derecho a la democracia y al Estado de Derecho.

https://x.com/HRobertoHerrer2/status/1898942205806379310?t=dtTdzRkKlRBdsiYYC9iDEA&s=08

En fin, más allá de lo anterior y sin perjuicio de la investigación debida de los hechos y sanción de los responsables intelectuales y materiales de las decisiones y acciones que – además de responsabilidades civiles y penales pueden conducir a la pérdida de la calidad de ciudadano – coartaron o limitaron el derecho de participación electoral y el depósito del voto por ciudadanía electora, negando y vulnerando así la libertad del sufragio o empleando medios fraudulentos para burlar la voluntad popular al despojar temporalmente a los (as) ciudadanos de sus  derechos políticos de elegir libremente a sus representantes y de ser electos, obstaculizando así el avance y consolidación de la democracia y del Estado de Derecho.

Sin perjuicio de lo anterior, sobresale  que – contrario a la indolencia y conformismo de gran parte de la ciudadanía, en el pasado – ese domingo 9 de marzo, significativa ciudadanía electora intergeneracional o de todas las edades, evidenció su pluralista solidaridad y unidad ciudadana (juventud, adultos y personas de la tercera y cuarta edad) rompiendo así las cadenas del conformismo e indolencia del pasado de subordinación a quienes por intereses personales o de grupos por medios análogos así lo han logrado y siguen haciéndolo; y abriendo la puerta de acceso al reencuentro directo de la ciudadanía con la dignidad nacional y el imperativo cumplimiento de sus derechos humanos. Por lo que propia ciudadanía al manifestarse, persistir y lograr el depósito de su voto liberó y dio mayor grandeza a la soberanía, autodeterminación y democracia del pueblo hondureño.

Se despertó y levantó así  la dignidad humana y el espíritu o principio generador de la participación política de la ciudadanía realzando su liderazgo como representante de todo el pueblo en ejercicio de la soberanía y democracia nacional. Lo que exigió, logrando hacer efectivo su derecho al sufragio, y exigiendo se deduzcan las responsabilidades por la vulneración de los derechos de aquellas personas ciudadanas que no pudieron hacerlo a causa de esas circunstancias, por lo que, en suma, todas sufrieron violación a sus derechos humanos  y con ello se implicó las responsabilidades consiguientes del Gobierno e institucionalidad pública.

Por todo ello, es de celebrar la unidad y solidaridad intergeneracional de la ciudadanía que ha reafirmado realmente la soberanía del pueblo y su derecho a la democracia; así como el ejercicio del derecho humano al sufragio y de la participación electoral. Participación electoral que es parte de la más amplia participación política pluralista en el apoyo y en la gestión constitucional del debido Gobierno democrático cuyos integrantes sólo son representantes y  servidores del pueblo; y que conlleva también  que el pueblo ejerza y disfrute del derecho de asegurar el control ciudadano del poder político, en Honduras.

Así, nos aprestamos – a partir del 9 de abril – a iniciar con mayor confianza y democrático optimismo la etapa final y concluyente de la esencia del proceso electoral que es la celebración de auténticas elecciones generales en Honduras, el 30 de noviembre del presente año.

Por ello, debemos contribuir y dar respaldo pluralista y solidario a la permanente expresión ciudadana de dignidad nacional, con ruptura de cadenas que libere la soberanía y democracia del pueblo para que cumpla realmente lo dispuesto en la Constitución de la República sobre nuestro Estado democrático y de Derecho y el bien común para toda la hondureñidad. Por: Dr. H. Roberto Herrera Cáceres/ hondudiario

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