jueves, abril 3, 2025
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Juyongguan: Un viaje al corazón histórico de la Gran Muralla China

Tegucigalpa, Honduras

*** Al llegar, la imponente estructura de la muralla se alzó ante ellos como un gigante de piedra y ladrillo.

Un grupo de periodistas del Centro Internacional de Comunicación de Prensa de China (CIPCC) vivió una experiencia inolvidable al adentrarse en uno de los monumentos más emblemáticos de la humanidad: la Gran Muralla China. El tramo elegido para esta inmersión histórica fue Juyongguan, una sección que combina grandeza arquitectónica, desafío físico y un profundo legado cultural.

La jornada comenzó al amanecer. A las 8:30 de la mañana, el grupo partió desde Beijing en un autobús que los llevó a través de un paisaje montañoso hasta llegar a Juyongguan, ubicado a poco más de 50 kilómetros de la capital china. El clima soleado, pero con frío, anticipaba una aventura que pondría a prueba la resistencia de los visitantes.

Al llegar, la imponente estructura de la muralla se alzó ante ellos como un gigante de piedra y ladrillo. Juyongguan, uno de los tramos más famosos y mejor conservados de la Gran Muralla, es conocido por su ubicación estratégica en un paso montañoso que durante siglos sirvió como barrera defensiva contra invasiones.

La historia de Juyongguan se remonta a la dinastía Ming (1368-1644), cuando fue reforzada y convertida en una fortaleza clave. Conocida como el “Primer Paso Estratégico bajo el Cielo”, esta sección de la muralla no solo protegía el flanco norte de Beijing, sino que también era un punto importante en la Ruta de la Seda.

El diseño de Juyongguan es una obra maestra de la ingeniería militar. Sus muros, de hasta 11 metros de altura, se extienden a lo largo de las crestas de las montañas, formando una barrera serpenteante que parece desafiar la gravedad. Torres de vigilancia, almenas y pasadizos estrechos completan esta estructura, que permitía a los soldados moverse y defenderse con eficacia.

Uno de los elementos más destacados de Juyongguan es la “Puerta del Cielo”, un arco de piedra tallado con inscripciones budistas y figuras religiosas. Este detalle refleja la influencia cultural y espiritual que impregnaba la vida en la antigua China, incluso en un lugar destinado principalmente a la guerra.

El ascenso

Tras una breve introducción histórica y las inevitables fotos grupales, los periodistas comenzaron su ascenso. La subida, empinada y exigente, pronto dispersó al grupo, ya que cada quien siguió su propio ritmo. Los escalones, irregulares y desgastados por el tiempo, añadieron un toque de autenticidad a la experiencia.

A medida que avanzaban, las torres de vigilancia ofrecían refugio y la oportunidad de capturar impresionantes panorámicas. Pequeños puestos de venta, estratégicamente ubicados, proveían agua y snacks para reponer energías. La combinación de esfuerzo físico y recompensas visuales convirtió la caminata en una experiencia gratificante.

Llegar a la cima tomó aproximadamente 40 minutos, aunque el tiempo varió según la condición física de cada quien. En lo más alto, una torre marcaba el final del camino. Desde allí, la vista era simplemente espectacular: la muralla serpenteando entre las montañas y el horizonte infinito.

El descenso, aunque menos agotador, requirió precaución. Los escalones, empinados y resbaladizos, recordaban que cada paso en la muralla es un viaje a través del tiempo y la historia. Además, un paso en falso no sería tan divertido.

Hoy, Juyongguan es un destino turístico que atrae a visitantes de todo el mundo. A diferencia de otros tramos más concurridos, este ofrece una experiencia más íntima y auténtica, permitiendo a los visitantes conectarse con el pasado de una manera única.

Para los periodistas del CIPCC, la visita no fue solo un recorrido turístico, sino una inmersión en la historia y la cultura de China. Juyongguan, con su grandeza arquitectónica y su legado histórico, les recordó por qué la Gran Muralla sigue siendo una de las maravillas más impresionantes del mundo.

La proximidad de Juyongguan a Beijing lo convierte en una excursión ideal para quienes buscan explorar la riqueza histórica de China sin alejarse demasiado de la capital. Además, su diseño desafiante y sus vistas panorámicas lo hacen especialmente atractivo para los amantes del senderismo y la fotografía.

En definitiva, la Gran Muralla de Juyongguan no es solo un monumento; es una experiencia que combina historia, cultura y naturaleza en un solo lugar. Para los periodistas del CIPCC, fue una oportunidad única de vivir, sentir y experimentar una de las obras más impresionantes de la humanidad. OB/Hondudiario

 

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