sábado, junio 14, 2025
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BM revela “incierto” futuro socio económico de Honduras

Tegucigalpa, Honduras

*** «El aumento de los migrantes retornados podría plantear desafíos para la reinserción laboral. La continua incertidumbre sobre la política comercial podría obstaculizar la inversión. Los riesgos naturales podrían aumentar las necesidades de financiamiento», según el BM, considerando una perspectiva refleja la información disponible al 10 de abril de 2025.

El Banco Mundial en su más reciente reporte denominado “Perspectivas macroeconómicas de la pobreza” (The Macro Poverty Outlook), señala una proyección de crecimiento para Honduras de 2.8% para el 2025 – débil expansión del crédito, revela un menor crecimiento de los socios comerciales y advierte de los cambios en la política comercial que afectará negativamente a las exportaciones y la inversión.

El reporte establece que en 2024 el déficit fiscal fue de 1.1% del PIB – impulsado por una menor ejecución de inversiones públicas, considerando la perspectiva que se refleja en la información disponible al 10 de abril de 2025, donde se incluyen los préstamos autorizados y que las autoridades hondureñas, consideran un alivio para resolver los problemas del país, sin embargo este informe señala las debilidades que se ligan a la problemática general en el país.

Según el informe, publicado por el Banco Mundial, dice textualmente que «el PIB real creció un 3,6 % en 2024, impulsado por el consumo privado y la inversión, impulsado por el vigoroso flujo de remesas, la menor inflación y el acceso al crédito.

Se prevé que el crecimiento se desacelere al 2,8 % en 2025 y al 3,4 % en 2026, afectado por una menor expansión de las exportaciones, las remesas y el crédito. La alta informalidad y la insuficiente prestación de servicios básicos siguen siendo desafíos clave para la reducción de la pobreza y la desigualdad a mediano plazo.

Asimismo, dice que las condiciones y desafíos clave,  que «Honduras creció en promedio un 3.7% entre 2010 y 2019, impulsado por el consumo de los hogares impulsado por las remesas. La economía se benefició de una gestión macroeconómica prudente, basada en la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), reservas internacionales adecuadas y un sector financiero sólido».

Asimismo, indica sobre «la capacidad productiva es débil, y la agricultura y la manufactura ligera representan fuentes clave de empleo y exportaciones, principalmente a Estados Unidos.

«Honduras sigue siendo uno de los países más pobres y con mayor desigualdad de la región. Para 2024, casi la mitad de los hondureños vivían con menos de US$6.85 al día (PPA de 2017). La lenta reducción de la pobreza se explica en parte por la informalidad, la desigualdad de género en el mercado laboral (el 74% de los hombres participa frente al 41% de las mujeres) y el acceso desigual a los servicios básicos», dice el texto publicado por el BM.

«La inseguridad alimentaria sigue siendo alta. La proporción de hogares rurales con necesidades básicas insatisfechas duplica la de los hogares urbanos. Honduras es altamente vulnerable a los peligros naturales, que a menudo se superponen geográficamente con la pobreza y la baja capacidad de afrontamiento».

Sobre los desarrollos recientes, el BM, señala que «el crecimiento del PIB real se mantuvo estable en el 3,6 % en 2024. Las robustas remesas, la menor inflación y el acceso al crédito sostuvieron el consumo y la inversión privados, compensando la caída de las exportaciones debido a la menor demanda y los impactos climáticos adversos, incluyendo la tormenta Sara a mediados de noviembre.

«La inflación anual disminuyó al 4,6 % en 2024, dentro del rango objetivo del banco central de 4,0 % ± 1,0 puntos porcentuales (pp), impulsada por la baja de los precios internacionales y las medidas de absorción de liquidez, incluyendo un aumento de 275 puntos básicos en la tasa de política monetaria entre agosto y octubre (hasta el 5,75 %)», dice.

«Las condiciones del mercado laboral y la pobreza mejoraron ligeramente. El desempleo disminuyó 1,2 pp interanual en junio de 2024 (hasta el 5,2 %), con mayores aumentos entre las mujeres (disminución de 2,3 pp). La tasa oficial de pobreza disminuyó del 64,1 % de los hogares en 2023 al 62,9 % en 2024. Se estima que la pobreza según las líneas internacionales disminuyó ligeramente desde 2023, excepto la tasa por debajo de la línea de US$2,15/día (PPA de 2017), que aumentó al 12,4 % y se mantiene alta», según la valoración del BM.

«La desigualdad (índice de Gini) se mantuvo estable en 47 puntos, que el déficit en cuenta corriente (CAD) se amplió a un estimado del 5,2% del PIB en 2024, reflejando déficits en bienes, servicios e ingresos, parcialmente compensados ​​por un sólido crecimiento de las remesas (6,2% interanual)».

«Exportaciones importantes como textiles, café, banano, aceite de palma y camarones disminuyeron debido a una menor demanda, precios o interrupciones de la oferta. El CAD se financió principalmente con deuda multilateral e inversión extranjera directa», destaca el informe.

Agrega que «las reservas disminuyeron hasta octubre de 2024, en parte debido a los reembolsos netos de la deuda, pero se recuperaron hasta alcanzar los 8.049,3 millones de dólares estadounidenses (cinco meses de importaciones no maquiladoras) a finales de 2024, gracias a los desembolsos externos».

«El 6 de diciembre, el Directorio del FMI aprobó la primera y la segunda revisión del programa en curso. El déficit fiscal se redujo a un estimado del 1,1 % del PIB en 2024 (del 1,3 % en 2023), impulsado por una ejecución más débil de la inversión pública», considerando que «la deuda del sector público no financiero se mantuvo estable en el 47,9 % del PIB a finales de 2024. En noviembre de 2024, Honduras emitió su primer bono soberano temático por 700 millones de dólares estadounidenses.

En cuanto a las perspectivas que observa el BM, dice que «se proyecta que el crecimiento se desacelere al 2,8 % en 2025 y al 3,4 % en 2026, debido a una expansión crediticia más débil, un menor crecimiento en los principales socios comerciales y cambios en las políticas comerciales que obstaculizan las exportaciones y la inversión».

«La mejora de la producción agrícola y el aumento de la ejecución de la inversión pública contrarrestarán esta situación. Se proyecta que las remesas se mantengan elevadas, en torno a una cuarta parte del PIB de Honduras, a pesar de la continua y leve desaceleración de su crecimiento», agrega y que «se espera que el crecimiento del PIB se fortalezca a partir de 2027, impulsado por la mejora de las condiciones mundiales».

Indica el reporte del BM que «se proyecta que el déficit fiscal aumente al 1,4 % del PIB en 2025, impulsado por una mayor ejecución de la inversión pública y el gasto social, antes de reducirse al 1 % del PIB a mediano plazo, en línea con la meta de la LRF, respaldada por ajustes del gasto y una mayor eficiencia en la recaudación de ingresos».

Advierte el resumen del BM, sobre el sistema administrativo del gobierno de la presidenta Xiomara de Zelaya, que «entre los riesgos a la baja se incluyen una desaceleración significativa de las remesas, la persistente debilidad de las exportaciones y el aumento de los precios de las importaciones, lo que podría frenar el consumo y retrasar la reducción del déficit de cuenta corriente».

«El aumento de los migrantes retornados podría plantear desafíos para la reinserción laboral. La continua incertidumbre sobre la política comercial podría obstaculizar la inversión. Los riesgos naturales podrían aumentar las necesidades de financiamiento», sigue siendo un tema que merece su atención especial.

Señala el informe que «las limitaciones de capacidad y el estancamiento legislativo ante la proximidad de las elecciones podrían ralentizar las reformas sociales y estructurales, lo que obstaculizaría el crecimiento y la reducción de la pobreza». BM- MO/Hondudiario

 

 

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