lunes, junio 16, 2025
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Dujiangyan, la joya hidráulica china que sigue funcionando tras más de 2.000 años

Tegucigalpa, Honduras

*** Dujiangyan permanece no solo como testimonio de la destreza de la ingeniería china antigua, sino como símbolo del ingenio humano frente a los desafíos de la naturaleza.

El sistema hidráulico de Dujiangyan, ubicado en la gran provincia de Sichuan, al suroeste de China, continúa asombrando a visitantes de todo el mundo con su impresionante vigencia y funcionalidad, más de 2.000 años después de su construcción.

El proyecto, obra maestra de la ingeniería antigua china, fue diseñado en el siglo III a.C. por Li Bing y su hijo con el objetivo de acabar con las frecuentes inundaciones y sequías en la región de Shu, actual Cuenca de Sichuan.

El recorrido guiado comienza atravesando un canal de desagüe, una de las primeras estructuras visibles de esta maravilla hidráulica. En los primeros minutos, los visitantes disfrutan de un paisaje natural dominado por verdes montañas y aire fresco. Entre los atractivos se encuentra un puente colgante de madera que se mueve suavemente al paso, sin representar riesgo, pero añadiendo emoción al trayecto.

La importancia del lugar no es únicamente técnica o histórica: desde el año 2000, Dujiangyan forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Además, se ubica dentro de una reserva natural para la conservación del oso panda gigante, especie endémica de esta región de China.

Trabajar con la naturaleza

Durante el recorrido, los guías explican cómo el sistema se diseñó para trabajar con la naturaleza en lugar de luchar contra ella. En lugar de construir diques para contener las aguas, Li Bing optó por guiar el flujo del río Min a través de canales, diques y vertederos, creando un sistema autosuficiente que aún funciona sin necesidad de maquinaria moderna.

Uno de los elementos principales del sistema es el Yuzui, conocido como la “Boca de Pez”, un dique natural en forma de banco de arena que divide el caudal del río: 60 por ciento del agua va hacia el canal interior, destinado al riego, y el 40 por ciento restante continúa hacia el canal exterior como desagüe. Durante la temporada de lluvias, este sistema ajusta automáticamente el flujo, protegiendo los cultivos.

El siguiente componente es el Feishayan, o “Vertedero de arena voladora”. Este canal permite evacuar el exceso de agua y sedimentos del sistema de riego, evitando la obstrucción de los canales. El nombre referencia a la manera en que el agua arrastra con fuerza los sedimentos más pesados.

Otra sección es el Baopingkou o “Boca del frasco”, una entrada estrecha que regula la presión y el volumen de agua que fluye hacia los campos. Su diseño en forma de cuello de botella estabiliza el caudal y evita que el sistema colapse durante crecidas repentinas.

Solución integral y sostenible

En total, el sistema comprende una red de canales principales y secundarios que conforman una solución integral y sostenible a los problemas de sequía e inundación. Según explicaron los guías, muchas de estas obras tardaron más de 30 años en construirse, utilizando métodos como el calentamiento y enfriamiento de rocas para fracturarlas en ausencia de pólvora.

La filosofía detrás de Dujiangyan, “conducir el agua en lugar de detenerla”, es reconocida como una muestra de la armonía entre la sabiduría humana y las leyes naturales. “Es una combinación perfecta entre naturaleza y tecnología humana”, repiten los guías, al enfatizar que este principio permite que el sistema funcione durante más de dos milenios.

Hoy en día, Dujiangyan no solo sigue activo irrigando la llanura de la ciudad de Chengdú, sino que también se estudia como modelo de ingeniería sostenible. Los visitantes pueden observar cómo el sistema regula de forma autónoma el caudal según el nivel del río, sin intervención humana ni energía externa.

Una de las zonas más ilustrativas del recorrido es la divisoria del río interior y exterior, donde se ve claramente cómo el caudal se reparte entre riego y desagüe. Situado en un banco de arena, el dique divisor actúa como frontera natural entre los dos flujos.

Para comodidad de los turistas, sobre todo en días soleados, el parque dispone de vehículos que permiten recorrer los puntos sin fatiga. A lo largo del camino, los guías también recuerdan las restauraciones realizadas en distintas dinastías, que han conservado la integridad de la obra.

Dujiangyan permanece no solo como testimonio de la destreza de la ingeniería china antigua, sino como símbolo del ingenio humano frente a los desafíos de la naturaleza. A más de dos milenios de su creación, sigue siendo una fuente de vida y aprendizaje para China y el mundo. OB/Hondudiario

 

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