*** Los operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) que arrancaron su tercera semana consecutiva en el área metropolitana de Los Ángeles han dejado una oleada de temor y confusión entre la comunidad hispana.
El posible uso de fuerza excesiva en arrestos de inmigrantes, como el caso de un jardinero golpeado contra el piso por agentes enmascarados y sin identificación, ha impulsado un proyecto de ley en California que exigiría a los agentes migratorios mostrar su placa y dar su nombre en los operativos.
Los operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) que arrancaron su tercera semana consecutiva en el área metropolitana de Los Ángeles han dejado una oleada de temor y confusión entre la comunidad hispana, que se queja del uso de tácticas violentas por parte de los agentes federales a los que no pueden denunciar porque desconocen su identidad.
Es el caso de Narciso Barranco, detenido el sábado pasado en la ciudad de Santa Ana (California), cuando varios agentes con los rostros cubiertos lo derribaron al suelo, donde le rociaron gas pimienta, lo golpearon, y le dislocaron un hombro.
El video del arresto del jardinero se convirtió en viral y alimentó las críticas por el aparente uso de fuerza excesiva para detener al hombre de 48 años, padre de tres ciudadanos estadounidenses que han servido en el Ejército estadounidense, dos de ellos actualmente en servicio activo en el Cuerpo de Marines.
“No creo que fuera justo, no creo que fuera equitativo”, dijo Alejandro Barranco, hijo del inmigrante detenido, a Los Angeles Times. “No creo que necesiten cuatro tipos de más de 200 libras para sujetar a uno 150 libras”, ahondó.
Las imágenes del arresto causaron tanto revuelo que este lunes el propio Departamento de Seguridad Interna (DHS), que supervisa el ICE, compartió el video en su cuenta de X asegurando que los agentes reaccionaron con fuerza porque se defendían de Barranco, que tenía en sus manos una podadora con la que estaba trabajando.
Sin embargo, testigos dijeron que el jardinero se había asustado al verse rodeado por los hombres enmascarados y salió corriendo con la herramienta en las manos y no intentó en ningún momento golpear a los agentes. EFE