*** En términos económicos, Honduras sigue enfrentando limitaciones estructurales.

El presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), Gustavo Solórzano, expresó este miércoles su preocupación por la incertidumbre e inseguridad que enfrentan las empresas durante los años políticos y electorales en el país, lo que genera un ambiente adverso para la inversión y la generación de empleo.
“Los problemas de empleo siguen latentes entre todos los hondureños todavía con esa idea de migrar. Muchos hondureños que ante la incertidumbre de lo que puede llegar ocurrir, se preguntan si el día de mañana ellos tendrán la oportunidad de levantarse y encontrar alguna oportunidad aquí en el país”, manifestó el dirigente gremial.
Solórzano explicó que muchas empresas prefieren no apostar por nuevas inversiones hasta conocer los resultados de los procesos electorales y la orientación que tomarán las políticas públicas bajo las nuevas autoridades. Según dijo, esta actitud de espera frena el desarrollo económico y limita la expansión empresarial.
A juicio del titular del CAH, la generación de empleo debería figurar como prioridad nacional, pero observa que desde el Congreso Nacional no se impulsan propuestas que promuevan la recuperación económica. “Se dan muy pocas sesiones y las que se han dado, por lo menos en 2025, no hemos visto temas relacionados con la parte económica y temas que fomenten la generación de empleo”, afirmó.
“Estos son los temas que deberían estarse debatiendo en el máximo órgano constitucional, político”, agregó Solórzano, al instar al Poder Legislativo a asumir un papel más activo en el diseño de políticas que atiendan las necesidades de los hondureños.
Uno de los principales desafíos señalados por el sector privado es la informalidad laboral. Honduras mantiene una tasa de informalidad del 82.6 por ciento, la segunda más alta de Centroamérica, apenas superada por Guatemala, según el Boletín Competitivo Regional del Cohep. Esta condición deja a millones de trabajadores sin acceso a derechos laborales, seguridad social ni estabilidad.
“En países como Honduras y Guatemala, 8 de cada 10 trabajadores están dentro de la informalidad, esto no sucede por elección, sucede por la falta de oportunidades reales, y cambiar esta realidad debe ser una prioridad en nuestras políticas públicas”, expresó el oficial de Política Económica del Cohep, Alejandro Kaffati.
Según la CEPAL, el país apenas contribuyó con el 7 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) regional en 2024, con un total de 37,093 millones de dólares, ubicándose entre los de menor aporte junto a El Salvador y Nicaragua.
Además, la economía hondureña es altamente dependiente de las remesas familiares, que representaron el 26.3 por ciento del PIB en 2024. Esta elevada dependencia, indica el boletín, incrementa los riesgos macroeconómicos, incluyendo presiones sobre el tipo de cambio, vulnerabilidad frente a choques externos y una menor capacidad para fomentar el desarrollo productivo interno. OB/Hondudiario