*** Ávila responsabilizó directamente a los dirigentes de los partidos tradicionales por la situación actual.
El candidato presidencial del Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU), Nelson Ávila, advirtió que la crisis institucional que atraviesa el Consejo Nacional Electoral (CNE), así como el estancamiento en la aprobación del sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP), no son hechos fortuitos.
A su juicio, “la crisis en el Consejo Nacional Electoral y la falta de aprobación del sistema de Transmisión de Resultados Preliminares, es una planificación organizada, no una casualidad”.
En sus declaraciones, Ávila responsabilizó directamente a los dirigentes de los partidos tradicionales por la situación actual. Según denunció, “está es una planificación por quienes controlan los partidos, por quienes controlan el tripartidismo”, lo que evidencia una supuesta coordinación entre las principales fuerzas políticas del país.
El presidenciable señaló que esta estrategia responde a acuerdos entre los sectores que comparten el poder. Indicó que “esto es de compadre hablado (…), ellos cogobiernan, dirigen las siete principales instituciones del Estado, entre ellas la Corte Suprema de Justicia, la fiscalía y el Consejo Nacional Electoral”, dejando entrever que existe una concentración de poder que mina la independencia institucional.
Ávila también afirmó que el objetivo de estos grupos ya fue alcanzado: instalar un clima de desconfianza y sospecha en la población. Aseguró que “ellos ya lograron su objetivo, crear suspicacias y dudas tanto sobre el Congreso, como en el Consejo Nacional Electoral”.
En ese sentido, el candidato sostuvo que la percepción ciudadana se ha visto gravemente afectada y “si se hace una encuesta, la mayoría del pueblo hondureño dirá que salgan todos esos”.
Ávila sostuvo que, “es el escenario que ellos han preparado para eventualmente ver si imponen un escenario que es la Constituyente, en la cual y están de acuerdo al menos dos de los grupos que controlan a los partidos políticos”.
El CNE atraviesa una etapa confusa marcada por la falta de consensos políticos para aprobar el sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP), una herramienta para garantizar transparencia en las próximas elecciones generales del 30 de noviembre.
A ello se suma la incertidumbre institucional provocada por la posible renuncia de una de sus consejeras, lo que ha intensificado las tensiones entre los partidos políticos representados en el órgano electoral. Esta situación ha generado preocupación en diversos sectores nacionales e internacionales, que advierten sobre los riesgos que enfrenta la integridad del proceso electoral si no se logra restablecer la operatividad plena del CNE. OB/Hondudiario