*** Desde el pasado jueves 24 de julio, el Gobierno de Honduras decretó el uso obligatorio de mascarilla.

El presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh), Andrés Ehrler, expresó su preocupación este martes por el impacto negativo que podrían tener las alertas sanitarias en la imagen del país ante los viajeros internacionales.
“Así como hay un miedo porque Honduras es un país inseguro y la gente habla de inseguridad, aunque los lugares turísticos sean muy seguros, igual pasa en el tema sanitario”, señaló el empresario en relación con las medidas ordenadas por el gobierno para prevenir enfermedades respiratorias como el COVID-19.
Desde el pasado jueves 24 de julio, el Gobierno de Honduras decretó el uso obligatorio de mascarilla en espacios como aeropuertos, puestos fronterizos, cines, gimnasios, centros comerciales, supermercados, iglesias, hospitales, clínicas médicas, farmacias y laboratorios clínicos, entre otros lugares de alta concurrencia.
Ehrler opinó que estas medidas también afectan a otros espacios donde hay movilización de personas, como sitios turísticos, y expresó que el problema no radica en la falta de conciencia de los ciudadanos.
“Creo que es tema de educación, ya los hondureños lo tenemos claro y eso es lo que deberíamos estar haciendo, no sacando alertas que lo que hace es poner a la gente en un espacio donde nos puede bloquear la venida de turistas solo por decir que estamos en alerta sanitaria”, afirmó.
El empresario subrayó que, por ahora, la alerta no ha llegado a instancias internacionales, pero advirtió que, si eso llegara a ocurrir, podría tener consecuencias directas en la actividad turística.
Según Ehrler, la posible internacionalización de la alerta sanitaria decretada en Honduras podría desincentivar la llegada de turistas, ya que haría que la gente no quiera llegar al país “por el simple hecho de que ya se encuentra en una alerta tan grande”.
El presidente de Canaturh afirmó que Honduras es el único país en el mundo que aparece con medidas sanitarias como las recientemente adoptadas por el gobierno, y lo que están haciendo es dar una imagen del país “no muy positiva”.
Ehrler también advirtió que la decisión del Gobierno se da en un momento sensible para el sector turístico, a las puertas de la semana agostina, donde usualmente grupos de salvadoreños escogen Honduras para vacacionar, lo que podría afectar la afluencia esperada en esta temporada alta. OB/Hondudiario