*** Entretanto, la marcha convocada por las iglesias, que aseguran no tiene tintes partidarios, sigue en pie para realizarse simultáneamente en todos los departamentos del país.
La candidata presidencial por el Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, acusó a las cúpulas de dos iglesias hondureñas de estar promoviendo una marcha con “rostro político”, en una clara maniobra, dijo, para frenar el avance de su eventual proyecto de nación.
En su mensaje público, Moncada aseguró que “el verdadero rostro de esta caminata es político, es impedir que continúe el cambio y la refundación”. Desde su cuenta oficial en la red social X, Moncada manifestó su rechazo a los actos de algunos sectores religiosos que, a su juicio, estarían promoviendo una narrativa en su contra.
“Cuando la cúpula de dos de nuestras iglesias organiza y lidera una caminata en todo el país, faltando tres meses 14 días para las elecciones generales … no cabe duda que se están prestando a un acto de injerencia política”, escribió.
La aspirante presidencial de Libre denunció que junto a esa convocatoria religiosa también se ha desatado una campaña difamatoria en su contra, destinada, según ella, a debilitar su candidatura. Aseguró que esa estrategia se acompaña de acusaciones infundadas: “diciendo que en mi gobierno voy a cerrar las iglesias”.
En su pronunciamiento, Moncada argumentó que la movilización no tiene motivaciones espirituales, sino que responde a intereses concretos de quienes quieren mantener el poder económico y político. Afirmó que la marcha busca “detener a esta mujer que se niega a arrodillarse ante el poder de las 10 familias y los 25 grupos económicos”.
La presidenciable también señaló que detrás de esta acción religiosa existe un propósito claro de beneficiar a sectores tradicionales de poder. “Es un acto de injerencia política para beneficiar a los partidos que gobernaron 130 años”, afirmó, al tiempo que denunció la protección a “empresarios que no pagan impuestos”.
De igual forma, Moncada responsabilizó a algunos líderes religiosos de haber sido cómplices en momentos críticos de la historia reciente del país. Según dijo, esas figuras “apoyaron o guardaron silencio ante los crímenes de lesa humanidad, asesinatos y torturas ejecutadas durante el golpe de 2009 y los fraudes de 2013 y 2017”.
A pesar de sus cuestionamientos, Moncada se declaró creyente y reafirmó su vínculo personal con la fe. Subrayó que “la fe es sagrada” y recordó que en ella y en la religión “la mayoría de nuestro pueblo noble, humilde y creyente” encuentra esperanza.
Moncada también recalcó su compromiso espiritual. “A mí me mueve el amor sincero por el pueblo”, afirmó, y aseguró que continuará asistiendo a las iglesias “reafirmando con respeto mi profunda fe en Dios y en Cristo como lo aprendí desde niña”.
Sus declaraciones llegaron luego de que la parroquia Santa Cruz de Amapala denunció la realización de propaganda política dentro de un templo sin la autorización del párroco ni del obispo, lo que generó una solicitud pública de disculpas. Entretanto, la marcha convocada por las iglesias, que aseguran no tiene tintes partidarios, sigue en pie para realizarse simultáneamente el 16 de agosto en todos los departamentos del país. OB/Hondudiario