*** Los líderes religiosos insistieron en que la jornada debía dejar un mensaje claro a quienes participan en la actividad política: diálogo, transparencia y búsqueda del bien común.
Monseñor José Vicente Nácher Tatay y el pastor Gerardo Irías cerraron la caminata de oración por la paz y la democracia con un mensaje de unidad dirigida a toda la población hondureña. En su intervención, el arzobispo de Tegucigalpa recalcó que “no hay nadie en Honduras que no quiera la paz” y afirmó que quedó demostrado cuando “miles de hondureños en todas las ciudades, así como en el exterior, salieron a caminar junto a Jesucristo pidiendo paz”.
Nácher Tatay destacó que “toda Honduras ha visto que es posible caminar juntos, que la diversidad en la unidad nos hace más fuertes”, resaltando que la jornada fue una muestra de que en el país puede prevalecer “la verdad, la justicia, la equidad y la libertad”.
Frente a los aspirantes a cargos públicos, el obispo manifestó que “a todos los aspirantes a cargos públicos les decimos … sería muy positivo que establecieran momentos de encuentro y diálogo abierto en busca del bien común que tanto anhelamos”.
Al dirigirse a los participantes, los líderes cristianos insistieron en que “todos a votar” en las elecciones del próximo 30 de noviembre, y se señaló que la caminata demostró que “la diversidad en la unidad nos hace más fuertes” y el cristianismo hondureño está convencido de que es posible caminar juntos como ciudadanos.
Recordaron además que la convocatoria fue realizada por las iglesias Católica y Evangélica desde julio, y que “a pesar de una feroz campaña contra su realización y liderazgo, hoy las calles de las principales ciudades del país fueron desbordadas”.
Por su parte, el pastor Gerardo Irías hizo un llamado constante a la ciudadanía para mantener la fe y la oración, y afirmó que se debe “orar para que la clase política tenga conciencia y Dios el control”.
Durante su intervención, reafirmó que “solo Dios puede tomar el control de todo lo que no está bien en el país” e insistió en que los hondureños deben seguir orando por Honduras.
Asimismo, el presidente de la Confraternidad Evangélica expresó su emoción por la masiva respuesta de la población. “El pueblo de Honduras le dice a Dios que lo ama, me siento conmovido de ver al pueblo de Dios caminar a favor de Dios nada más, sin pensar en un partido político sino pensando en Honduras”, dijo en sus declaraciones a medios de comunicación.
Irías subrayó que la gran movilización refleja “el anhelo de los hondureños por un futuro con unidad, esperanza y reconciliación”, y resaltó que el papel de las iglesias es fundamental en la reconstrucción del tejido social de la nación hondureña. Además, explicó que este movimiento fue previamente discernido por los líderes religiosos. “Estoy convencido que Dios es el Dios de Honduras, Dios nos habló antes a mí y al monseñor y veíamos venir esto (la masiva convocatoria)”, señaló.
En su mensaje final, el pastor reiteró que la caminata no fue una manifestación política, sino una expresión de fe colectiva: “El pueblo de Dios caminó a favor de Dios y pensando en Honduras”. Los líderes religiosos insistieron en que la jornada debía dejar un mensaje claro a quienes participan en la actividad política: diálogo, transparencia y búsqueda del bien común.
También remarcaron que la caminata representa un llamado a la paz y que debe inspirar a toda la sociedad a trabajar por una Honduras reconciliada. OB/Hondudiario