*** El científico enfatizó que urge un cambio integral que no solo amplíe la capacidad de atención, sino que también fortalezca la promoción de la salud.

El neurólogo hondureño Marco Tulio Medina, secretario del Grupo Tropical Neurology de la World Federation of Neurology (WFN), afirmó que Honduras “actualmente tiene un colapso del sistema de salud”, provocado por la baja inversión pública y la falta de una reforma profunda que responda a las necesidades de la población.
Medina señaló a Hondudiario que el país apenas destina el 3.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al sector, cuando el estándar recomendado por la ONU es de al menos un 6 por ciento.
El especialista recordó que Honduras ha vivido tres reformas en su historia, desde los aportes de Ramón Rosa en la Facultad de Medicina, la creación del Seguro Social bajo Ramón Villada Morales y los avances impulsados por el exdecano Enrique Aguilar Paz. No obstante, consideró que ha llegado el momento de una “Cuarta Reforma de Salud”, orientada a transformar el sistema y hacerlo más eficiente, inclusivo y transparente.
Medina advirtió a través de este medio que la infraestructura hospitalaria es insuficiente y rezagada. Actualmente, el país dispone de solo 0.6 camas por cada mil habitantes, cuando debería alcanzar al menos una. Esa brecha representa un déficit de 3.000 camas, equivalentes a seis hospitales de 500 camas que hoy no existen, situación que explica por qué miles de pacientes llegan a los centros asistenciales y “ni siquiera tienen cama hospitalaria para ser atendidos”.
Ante esa realidad, el científico enfatizó que urge un cambio integral que no solo amplíe la capacidad de atención, sino que también fortalezca la promoción de la salud. Explicó que la inversión actual obliga a cubrir un área mientras se deja vacía otra, lo que genera una atención fragmentada y desigual. “No hay medicamentos, no hay médicos que atiendan”, advirtió, al describir la precariedad del sistema.
El doctor Medina reiteró que elevar el presupuesto de salud es indispensable para garantizar servicios adecuados, pero subrayó que el aumento debe ir acompañado de eficiencia y transparencia. Aseguró que el problema de fondo no es únicamente la falta de recursos, sino la corrupción que absorbe gran parte de lo asignado, lo que ha sido “un gran cáncer” que afecta a distintos sectores del país.
Medina también cuestionó que varios hospitales anunciados aún no han iniciado operaciones. Recordó que se han difundido imágenes de centros de trauma sin desarrollo sustancial, lo que refleja retrasos graves en proyectos que demandaron inversión pública.
De cara al futuro político, mencionó que, si Salvador Nasralla resulta electo presidente, será necesario dar continuidad a las obras en proceso, no solo en infraestructura, sino también en el equipamiento y en la contratación de personal especializado.
“Apenas la construcción de paredes es una etapa de todo el proceso que requiere un hospital”, puntualizó.
El científico señaló que no basta con edificar instalaciones, pues cada hospital requiere equipos médicos adecuados, insumos suficientes y profesionales capacitados que garanticen un servicio de calidad. Insistió en que suspender o abandonar proyectos en marcha sería desperdiciar recursos valiosos y dejar en el vacío inversiones que “han costado al pueblo hondureño”.
Para Medina, la visión de una reforma profunda implica apostar por un sistema con cobertura más amplia, hospitales modernos y un modelo de atención basado tanto en la curación como en la promoción de la salud. A su juicio, sin ese cambio estructural, Honduras seguirá atrapada en un ciclo de carencias que afectan directamente la vida de sus ciudadanos.
El doctor remarcó que el reto no solo recae en el próximo gobierno, sino en la voluntad política de asumir con seriedad la transformación del sistema sanitario. Solo con un compromiso sostenido, aseguró, se podrá revertir la crisis y construir una salud pública capaz de atender de manera digna a todos los hondureños. OB/Hondudiario