*** La última propuesta del Presupuesto supera los 469 mil millones de lempiras.

La jefa de Banca y Finanzas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Nancy Ochoa, advirtió que una de las líneas presupuestarias que más recursos continúa absorbiendo en el país es el pago del servicio de la deuda, y subrayó que pese a los cambios de gobierno la esencia del Presupuesto General mantiene la misma estructura, con más del 25 por ciento destinado a sueldos y salarios, lo que refleja una alta concentración en gasto corriente frente a la inversión pública.
Ochoa explicó que realizó un análisis de series de tiempo correspondientes a los últimos 16 años y en ese periodo se ha observado un crecimiento exponencial del Presupuesto, determinado por factores como inflación, devaluación, crecimiento económico y proyecciones de recaudación fiscal, aunque aclaró que los incrementos recientes no han sido los más altos registrados en la historia.
Detalló que en algunos gobiernos anteriores los aumentos superaron el 12 o 13 por ciento, y precisó que en los últimos años las alzas han respondido a las prioridades de cada administración, lo que incluye la necesidad de dar funcionamiento a los planes gubernamentales, por lo que cada presupuesto refleja también un componente ideológico.
Pago de la deuda, una de las partidas más altas
En el caso del gobierno actual, mencionó que la última propuesta supera los 469 mil millones de lempiras y que gran parte de esa cifra se debe al crecimiento de la inversión pública, la cual representa más de 104 mil millones, además de incrementos en políticas sectoriales como educación, que recibirá más de 40 mil millones, y salud, sin embargo, recalcó que el pago de la deuda continúa siendo una de las partidas más altas.
En cuanto a salud, el presupuesto se eleva de 24,735 millones en 2022 a 29,707 millones en 2026, lo que equivale a un crecimiento cercano al 20 por ciento en el período de cuatro años, según cifras.
“Se proyectó preliminarmente más de 69 mil millones de lempiras para el servicio de la deuda, recordemos que siempre hay un presupuesto aprobado y un presupuesto asignado que casi nunca se toca, y al final se convierte en gasto corriente que no genera un impacto retributivo monetizable a la economía”, indicó a Hondudiario la académica.
La experta señaló que esa rigidez limita la posibilidad de orientar más recursos hacia áreas de inversión con mayor efecto en la población, y destacó que en el modelo actual más del 25 por ciento sigue dirigido a sueldos y salarios, lo que configura un presupuesto orientado principalmente al gasto corriente frente a la inversión productiva.
Ochoa comentó que la relación entre inversión pública y Producto Interno Bruto ha mostrado un aumento progresivo, al pasar de 2.5 por ciento en años anteriores hasta llegar a niveles de 9 y 9.5 por ciento en la actualidad, lo que genera cierto impacto en medio de un contexto difícil para la población, aunque insistió en que la estructura general no se ha modificado sustancialmente.
“Cada gobierno recoge la visión ideológica que tiene, y este gobierno de socialismo democrático inevitablemente va a reducir su presupuesto si una de sus premisas es el fortalecimiento del Estado, reposicionar al Estado de cara a la economía, por ese tipo de argumento podríamos considerar que se ha generado un incremento presupuestario”, sostuvo.
Concentración en la inversión social
La especialista puntualizó que la inversión pública se divide en tres áreas: social, productiva y formación bruta de capital, y señaló que la mayor parte de los recursos actuales se concentran en la inversión social, que incluye programas de bonos y ayudas a familias de bajos ingresos, lo que tiene efectos de corto o mediano plazo.
En contraste, resaltó que la inversión productiva y la formación bruta de capital son las que generan mayor sostenibilidad, ya que permiten canalizar recursos hacia sectores como agricultura, vivienda y construcción, que tienen la capacidad de generar empleo y dinamizar la economía nacional en el largo plazo.
Agregó que también hay recursos asignados a infraestructura, tanto en el mejoramiento de escuelas como en la red vial, lo que constituye un avance visible, aunque en su opinión debería destinarse un porcentaje mayor a inversión productiva y a la adquisición de maquinaria, pues esas áreas tienen un efecto multiplicador sobre la economía.
Los presupuestos seguirán mostrando incrementos en la medida que el Estado busque atender demandas sociales y sostener sus operaciones, pero advirtió que mientras la mayor parte de los recursos se mantenga concentrada en gasto corriente el margen de impacto en la generación de desarrollo será limitado, por lo que insistió en la necesidad de reorientar progresivamente la asignación hacia rubros de mayor productividad. OB/Hondudiario