*** La imprudencia, el desorden y la falta de respeto a la normativa vial mantienen en riesgo constante a la población hondureña.
La representante de la Asociación de Víctimas de Accidentes Viales y Apoyo Mutuo, Tatiana Uclés, afirmó que en Honduras los siniestros de tránsito representan una crisis nacional que por más de una década no ha recibido la atención debida, y se trata de una “pandemia desatendida” y que la legislación actual mantiene sanciones “aguadas” contra quienes provocan tragedias en las carreteras.
Uclés recordó que desde hace 14 años las víctimas han alertado sobre la magnitud del problema, sin embargo, ningún gobierno ha mostrado interés en colocar la seguridad vial como prioridad, lo que ha convertido los accidentes en la segunda causa de muerte violenta del país, una situación que se mantiene invisibilizada a pesar de sus graves consecuencias sociales y familiares.
La integrante de la Asociación reprochó a los conductores que manejan en estado de ebriedad, pues “un ebrio que se sube en un vehículo a conducirse es un asesino porque el vehículo se vuelve un arma y las personas que se suben con ellos son irresponsables”.
Igual, señaló que el Congreso Nacional y los funcionarios han ignorado sistemáticamente la problemática, mientras las muertes se acumulan cada año, por lo que consideró que solo cuando la tragedia toca a sectores influyentes se despierta el interés, pese a que las organizaciones ciudadanas insisten en medidas inmediatas y no únicamente en programas de educación dirigidos a generaciones futuras.
“Nosotros decimos la ley no es que no se aplique, es que demasiado ni es ni blanda, es aguada, porque no se hace, no llega a donde debe”, recalcó.
La creación de sanciones más severas e incluso cárceles específicas para responsables de atropellos y choques letales, dado que el marco penal actual no disuade conductas imprudentes, es lo que exige la Asociación de Víctimas.
Uclés subrayó que los motociclistas se han convertido en el grupo más vulnerable y al mismo tiempo en el mayor causante de accidentes, ya que “son la causa más grande de accidentes ahorita, están viendo todo lo que ocurre y sigue la misma situación”, lo que demuestra una conducta riesgosa que ignora el hecho de que la carrocería en su caso “es el propio cuerpo y pierden la vida en esto”.
La imprudencia, el desorden y la falta de respeto a la normativa vial mantienen en riesgo constante a la población hondureña, por lo que reiteró el llamado a las autoridades a responder con políticas efectivas y con penas proporcionales a la gravedad de un problema que, según dijo, seguirá cobrando vidas mientras persista la indiferencia. OB/Hondudiario