ORGANIZACIÓN REGIONAL DE DIGNIDAD HUMANA PARA TRANSFORMACIÓN CENTROAMERICANA
Ciudadano Dr. H. Roberto Herrera Cáceres

El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) es la organización esencial del istmo centroamericano, con visión regional política y jurídica a largo plazo de proteger y promover la dignidad humana y mejorar progresivamente la vida de las personas individuales y el bien común de los pueblos centroamericanos, en el presente y futuro.
El SICA es organización internacional humanista, de origen propio de Centroamérica, y de un enfoque global de la integración para el desarrollo sostenible, con competencias funcionales y coordinación intersectorial significativamente diferentes a lo previsto y desarrollado por la antecesora ODECA. La razón de ello, es que la creación del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) se realiza ya en la última década del siglo XX en la que se vive un diferente contexto político y social, en el cual las necesidades y aspiraciones de los pueblos son cada vez más apremiantes y desafiantes; y se presentan nuevos requerimientos sociales ante crecientes males públicos, tal como se constata con la evidencia de la problemática centroamericana que se resolvió a lo largo del tiempo del proceso de Contadora y de Esquipulas, que constituyen impulsos sostenidos y eficaces para el renacimiento del istmo centroamericano con un nuevo orden regional. Situación que coincide, más en 1991, con avances en los foros mundiales tendientes a conformar un nuevo orden internacional.
La importancia del Sistema de la Integración Centroamericana SICA tiene así sus raíces en el contexto de la realidad política y social del istmo y del mundo, caracterizándose por su origen propio y pensamiento creativo netamente centroamericano, como se constata con su estratégica visión política y un orden sistémico para su consecución. Su creación y entrada en funcionamiento – en la última década del siglo XX – se logró por acuerdo convencional de seis Estados continentales del istmo centroamericanos ( Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) al cual posteriormente adhirieron Belice y la República Dominicana.
Por consiguiente, el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) surgió como organización regional transformadora y orientada a lograr su finalidad superior que es la tutela, respeto y promoción de la dignidad y derechos humanos, asegurando el bien común de los pueblos y el bien de las personas individuales, así como del cuidado de la biodiversidad y del medio ambiente sano en el istmo centroamericano. Su funcionamiento se visualizó como un todo, donde sus órganos principales y organismos especializados son interdependientes y trabajan concertadamente juntos para asegurar el desarrollo integral sostenible que se busca orientado siempre hacia el apoyo y logro de la finalidad suprema de dignidad humana y bien común, mediante el cumplimiento -global y simultáneo – de políticas, medidas y acciones regionales y nacionales de desarrollo sostenible y de consolidación de la democracia pluralista, con libertad, seguridad humana y paz.
Así que el Sistema de la Integración Centroamericana tiene características y elementos propios para complementar, asegurar y garantizar la dignidad humana individual y el bien común que los Estados miembros se han obligado a materializar en la vida social de sus respectivos pueblos y de la región centroamericana en su conjunto. Por ello, la integración se visualiza expresamente para el desarrollo sostenible del istmo centroamericano; y como instrumento democrático que contribuya o ayude a los Estados miembros a su desarrollo sostenible integral nacional conducente al logro del bien común para sus pueblos.
Con esos lineamientos se determina y traza el sendero a seguir y medios para lograr la finalidad regional suprema, por medio de la construcción y consolidación de democracia política, económica, social y cultural, con protección de la biodiversidad y del medio ambiente y una nueva visión de seguridad democrática o de seguridad humana regional. Para reforzar el carácter democrático, de justicia y la viabilidad de todo ello, además de los órganos principales – entre ellos la creación de la Corte Centroamericana de Justicia – se previó la inclusión y la participación de la sociedad civil centroamericana como órgano asesor de la Secretaría General sobre la política del SICA y la implementación de sus programas de trabajo. Comité Consultivo conformado por los sectores laborales, empresariales, académicos y otras fuerzas vivas de sectores económicos, sociales y culturales, organizadas regionalmente y comprometidas con la integración para el desarrollo del istmo centroamericano.

Además del protocolo de Tegucigalpa de 1991 que es el Tratado Constitución que fundamenta el nuevo orden regional centroamericano del SICA: el Ordenamiento jurídico regional centroamericano o Derecho Comunitario del SICA está integrado, entre otros instrumentos y actos derivados, por los siguientes: Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica, Alianza para el Desarrollo Sostenible de Centroamérica, Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana (Protocolo de Guatemala); Tratado de Integración Social Centroamericana (Tratados firmado en San Salvador, El Salvador), Reglamento Constitutivo del Comité Consultivo del Sistema de la Integración Centroamericana, Estatuto de la Corte Centroamericana de Justicia y otros instrumentos preexistentes como el Tratado del Parlamento Centroamericano y otras Instancias Políticas y sus Protocolos; Convenio Constitutivo de la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana, Convenio Constitutivo de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo, otros.
Sobre la base del contenido de esos tratados y lineamientos jurídico – políticos fundamentales del SICA, se trazó el sendero a seguir con medios o instrumentos para lograr la expresada finalidad regional suprema por lo que la integración para el desarrollo sostenible integral se precisa y enfoca hacia el servicio de esa finalidad superior, por medio de la construcción y consolidación de democracia política, económica, social y cultural, con protección de la biodiversidad y del medio ambiente y con una nueva visión de seguridad democrática o de seguridad humana regional.
Si miramos, comparamos y analizamos hacia atrás para reflexionar sobre eventos pasados lo logrado hasta la fecha actual en el istmo y su incidencia en la realidad social, económica, política y medioambiental: se constata lo poco que hemos avanzado en creación de posibilidades y oportunidades para la vida digna, la seguridad humana y el progreso social de todos los pueblos del istmo centroamericano, lo que es debido – en gran y esencial parte – al incumplimiento de las normas vigentes del orden jurídico comunitario centroamericano, en gran parte por los integrantes de los sucesivos gobiernos de los Estados miembros del SICA.

Lo que traté infructuosamente de corregir con mis periódicas solicitudes de opiniones consultivas ante la Corte Centroamericana de Justicia que siempre me fueron resueltas favorablemente; y que dejé expresado al terminar mi mandato como primer Secretario General del SICA 1993 – 1997, dejando constancia de los siguiente: Todos somos, en forma permanente, partes de la sociedad: ciudadanos con responsabilidades ineludible hacia el bien común, por lo cual cuando desempeñemos un servicio público nacional o regional, debemos igualmente inspirar, en criterios éticos y cívicos, nuestras actuaciones como servidores del Estado y de la región centroamericana. Si actuamos con esta convicción, reduciremos significativamente nuestros errores de apreciación en cuanto a la misión que se nos ha encomendado y sentiremos la fortaleza interior que libera la iniciativa e incentiva constantemente al progreso, al aporte constructivo y creativo hacia el desarrollo social de nuestros pueblos.
El incumplimiento de los integrantes de los sucesivos gobiernos de la obligaciones nacionales e internacionales de sus Estados no es una novedad. https://www.revistas.unam.mx/index.php/rfdm/article/view/75087
En efecto, de la misma forma han actuado, en su casi totalidad, los ciudadanos (as) que conforman gobiernos en el ámbito nacional de sus propios Estados y, de igual manera, en el ámbito regional americano de la OEA y en el mundial de la ONU y de otras organizaciones. Pero, ello es y será siempre ética, cívica y jurídicamente injustificable que siga ocurriendo en democracia y Estado de Derecho.
Por lo que hoy se impone atender la reivindicación consecuente de los pueblos, al reclamar gobiernos realmente comprometidos con el logro del bien común, haciendo posible la vida con dignidad y bienestar como producto de calidad de la consolidación democrática de sus Estados y de la afirmación constante del Estado de Derecho nacional y del regional comunitario del istmo centroamericano. En el caso de nuestro Estado Honduras, es necesario que la ciudadanía electora comience a tenerlo presente desde nuestro propio ámbito local y nacional, tal como nos esforzamos cívicamente por que ello empiece a ocurrir desde el próximo 30 de noviembre en las elecciones generales de Honduras que posibilitará que votemos consciente y responsablemente por un nuevo y buen Gobierno 2026 – 2030.
A pesar de las oscilaciones o cambios en el desempeño y la eficiencia de los órganos y funciones claves de la organización y sobre todo del incumplimiento – por los sucesivos gobiernos – de las obligaciones de sus Estados: el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) continúa siendo una organización internacional jurídicamente innovadora y susceptible de responder a los cambios propios de los tiempos presentes y por venir, adecuándose a ellos, siempre teniendo presente la finalidad suprema e imperiosa de que se haga efectiva y garantice la dignidad humana y el bien común de los pueblos centroamericanos y protegiendo asimismo su biodiversidad y su medio ambiente regional.
A exponer y documentar la necesidad consecuente de insertar inteligentemente el SICA, en el nuevo orden internacional, dedicaremos nuestra próxima colaboración ciudadana que dejamos ya introducida con lo anterior que complemento con la información adicional que sigue a continuación: https://twitter.com/HerreraCaceresR/status/1502287492820656129?t=3JNdG9jYrOQt0xJV2Umqog&s=08 y https://youtu.be/jlKpNeBF7qE
Me honro especialmente al recordar la visión de Centroamérica – desde el siglo XIX – del centroamericano y continental Sabio hondureño José Cecilio del Valle quien fue también redactor del “Acta de Independencia de Centro América” quien visualizó nuestra región como ubicada en la parte más ventajosa del continente americano cuyo destino dependería de ella misma, por lo que gozando de independencia absoluta podría ser emporio de comercio, tener una sociedad humanista con bien habida riqueza y poder; y cuyo propósito fundamental debería ser afirmar la democracia contra la autocracia a la cual él se refirió muchas veces al pronunciarse contra el beneficio individual o de familia en gobiernos que deben ser democráticos y buscar únicamente el bien común de los pueblos en una Centroamérica caracterizada por la defensa de la dignidad del hombre y la mujer, “así como de los sectores oprimidos, y asegurada por una sólida base de independencia absoluta sobre la que se levante su ilustración, riqueza y prosperidad; una región que llegue a ser espacio de armonía y de equilibrio entre los otros países de América”. RHC/Hondudiario



