lunes, noviembre 3, 2025
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El impacto del cambio climático en la agricultura

Tegucigalpa, Honduras

*** La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo, pero es una carrera que podemos ganar. La crisis climática está causada por nosotros y las soluciones deben venir de nosotros. Tenemos las herramientas: la tecnología está de nuestro lado. Antonio Guterres, secretario general de la ONU.

La crisis o urgencia climática, gases efecto invernadero, calentamiento global y cambio climático, es un habituado evento que marca cambios drásticos en el clima, que tienen efectos visibles en nuestra vida diaria. Son cambios que ponen en riesgo el acceso a los recursos básicos (por ejemplo, agua, alimentos) y hacen más vulnerables nuestros espacios tanto rurales (incendios forestales, lluvia, granizos y sequias), como urbanos (inundaciones, destrucción de casas).

Tanto los ministerios encargados de esa área, como los movimientos ambientalistas, comienzan a ver al sector agrícola no como enemigo, sino como colaborador necesario que debe ser recompensado por su aportación a la mitigación del cambio climático. Por ello, abren cauces de diálogo con las organizaciones agrícolas para que se sientan partícipes de un desafío que afecta a toda la sociedad, pero muy especialmente al propio sector agrícola.

No es tarea fácil buscar esos retos y soluciones a un problema tan complejo y con tantos factores interrelacionados como éste. Ello, explica que se hable de crisis o urgencia climática, queriendo significar con ello que sea un tema objeto de debate y forme parte de la agenda social y política de nuestros días. No obstante, en la comunidad científica hay ya un amplio consenso sobre los factores causales, atribuyéndolos al exceso de emisiones de dióxido de carbono, metano, acido nitroso y hidrofluorocarbono, gases que producen el efecto invernadero, para llevar el calentamiento de 1.5°c.  y en aumento en cada año que pasa.

Dado que los agricultores desarrollan su actividad en contacto con la naturaleza y en directa interacción con el medio ambiente, no es posible avanzar en la necesaria transición agroecológica sin contar con la cooperación del sector agrícola reconocimiento de este problema no es de ahora, sino que ya en 1994 la ONU promovió la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), celebrándose, desde entonces, COP (conferencias de las partes),

La última COP 29 se celebró Bakú, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre de 2024. La conferencia fue la 29ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y se centró en la financiación climática y la transición, eliminación de los combustibles fósiles y el apoya a las energías sostenibles.

Bakú en 2024. De esas COP se deduce la complejidad de avanzar en la mitigación de las emisiones gases efecto invernadero (GEI), dadas las dificultades de aplicar a nivel de cada país los grandes acuerdos internacionales. Por eso, los poderes públicos (en sus distintos niveles administrativos) y los diversos actores de la sociedad civil (empresas, ciudadanía, sindicatos, comunidad educativa, medios de comunicación) toman iniciativas para adaptarse a los cambios climáticos como es el clima.

Ambos principios (mitigación y adaptación) se complementan, cada uno a su ritmo y con su propia lógica, interactuando para afrontar el desafío climático de nuestro tiempo.

La agricultura: Retos y soluciones

La agricultura es uno de los sectores más importantes de Honduras, olvidada y sus avances en la tecnología digitales débiles, más afectados por este problema, debido a su natural dependencia de las condiciones climatológicas. La errática alternancia de largos periodos de sequía, elevadas temperaturas y lluvias torrenciales acompañadas de granizo, tiene una evidente incidencia en el resultado de la actividad agrícolas, a lo que se añade el efecto directo o indirecto de los incendios forestales. Por ello, los agricultores son los primeros interesados en la solución de estos problemas, no existiendo en ellos la menor sospecha de negacionismo climático.

Resulta delirante la falta de compromiso gubernamental para dotar de ayudas y fondos públicos a un sector agroalimentario que genera bienes públicos las explotaciones agrícolas de pequeños y medianos productores desaparecen por decenas de miles de productores, por los cambios recientes en el clima son generalizados rápidos y cada vez más intensos, y no tienen procedentes en miles de años.

Los agricultores no se oponen a las medidas ambientales, ya que las consideran necesarias, pero exigen que se apliquen de forma gradual ofreciendo alternativas y dándoles compensaciones económicas (seguros agrícolas).  No hay vuelta atrás de algunos cambios en sistema climatico.

La adaptación de los agricultores al cambio climático

Nuevas variedades de semillas mejor adaptadas a las condiciones climáticas de menos lluvia y más altas temperaturas. En fin, aplican la digitalización en la gestión de sus explotaciones, mejorando los resultados económicos y asegurando, al mismo tiempo, la sostenibilidad de unos recursos naturales que son su principal medio de trabajo.

La agricultura y el cambio climático están estrechamente vinculados, ya que las prácticas agrícolas tanto contribuyen al cambio climático como se ven afectadas por él.

Estrategias para mitigar y adaptarse: el cambio climatico, serio y no político.

Agricultura sostenible: Implementar prácticas como la rotación de cultivos, agricultura de conservación de suelos, agricultura regenerativa, parmacultura agroecológica y conservación, uso eficiente del agua.

Tecnologías verdes: Agricultura cero labranzas. Uso de energías solares, para extraer agua, a través de bombas y maquinaria eficiente.

 Diversificación de cultivos: Para reducir los impactos de riesgos asociados a eventos climáticos extremos.

 Políticas públicas: Promover incentivos para prácticas sostenibles, como centros de acopia para compra y venta y protección de ecosistemas naturales.

Retos y desafíos:

La relación entre agricultura y cambio climático es compleja y bidireccional. Es fundamental adoptar enfoques integrados que reduzcan las emisiones agrícolas y aumenten la resiliencia de los sistemas agrícolas frente a los efectos del cambio climático, garantizando así la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental a largo plazo.

Abordar la viabilidad de la pequeña y mediana producción siendo a su vez respetuosas con el entorno es un reto que necesita grandes dosis de innovación para conservar y mejorar la biodiversidad, reintroducir las variedades locales, promover prácticas de Inter cooperación a lo largo de la cadena agroalimentaria, fomentar los canales cortos de comercialización, cambiar nuestras dietas y modelos de consumo, etc.

Si bien el sector agrícola tiene un papel protagonista, territorializar y hacer más sostenibles los sistemas alimentarios, en especial la producción de cultivos hortícolas y granos básicos, impulsado por un ente del estado, no es un trabajo en solitario, de gerentes de mercados

Una multiplicidad de agentes sociales, políticos y económicos tienen una influencia decisiva en qué alimentos se producen y comemos; cómo llegan hasta nuestras cocinas, dónde los compramos o qué impacto ambiental y social han generado “desde la granja a la mesa”.

Volver a la investigación científica, vinculación productores – estado, capacitación agrícola, estos son avances de desarrollo integral en el sector agrícola. Hoy o nunca. Mario Renan Funes Caballero

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