Hondureños deciden rectificar”; Narsy “Tito” Asfura, el presidente que necesitan
Por: Manuel Ortiz

En medio del contraste socio político que vive Honduras, el candidato presidencial por el Partido Nacional, Juan Nasry «Tito» Asfura, a pocos días de las elecciones presidenciales del próximo 30 de noviembre, con poca visibilidad mediática, pero reconocido a nivel nacional entre niños, jóvenes y adultos en todo el país como “Papi a la Orden” por su carisma y don de gente, se ha posicionado entre los electorales que de manera silenciosa le están apoyando para que se convierta en el presidente de los Hondureños.
De 67 años de edad, Papi a la Orden, un empresario de la construcción de éxito, ex alcalde de la capital Tegucigalpa respetado y reconocido, hasta por sus adversarios políticos, por su vocación de servicio sin distingos, por su incansable estilo de trabajo, por modernizar la ciudad con más de medio centenar de obras de desarrollo vial, que son visibles, sin contar toda la gestión social que llegó hasta sectores inimaginables que hicieron trascender su labor de boca en boca, cuasi al margen de la publicidad mediáticamente.
Sin cambiar su estilo de vida; “Hechos y no palabras”, Nasry Asfura, ha recorrido más de 40 mil kilómetros en su quehacer proselitista, por 16 de 18 departamento del país, él conduciendo su vehículo, conociendo y platicando con la gente, viendo y escuchando las necesidades de los campesinos, de los pequeños productores del campo, como también de los medianos y grandes empresarios que aspiran un cambio en la administración del país.
Asimismo, se sabe que ante las representaciones de organizamos internacionales y de cooperación, ha demostrado un amplio conocimiento y seriedad en el respeto a las políticas de cooperación, como también de su coherencia en el manejo de los mismos.
Cuestionado por su escasa presencia mediática, donde los críticos han confundido su silencio con miedo, porque no confronta y que solo habla de trabajo y más trabajo, porque desde sus 18 años se dedicó a trabajar, ahora salió al paso para presentar públicamente líneas de su plan de gobierno; objetivo, real, basado en las realidades y experiencias propias, como él dice, “para que nadie le cuente cuentos” y cómo lo piensa realizar e implementar si los hondureños le dan la oportunidad de gobernar en los próximos cuatro años.
“No es un plan sacado de ilusiones o suposiciones que las capturan otros con el apoyo de la inteligencia artificial (IA)”, donde no tiene distingos políticos, que se sustenta en los valores y el respeto de todos los sectores.
En tal sentido, en una magistral presentación, “el Papi a la orden” demostró su capacidad, sus conocimientos y experiencias para atender todas las áreas y problemas que el país necesita que se atiendan, cada propuesta la explicó de manera sencilla y creíbles de cómo se pueden hacer las cosas, en la salud, en la educación, en el campo, en la industria y más que eso, de cómo se deben manejar y eficientar el dinero de los impuestos, cómo promover la inversión nacional e internacional para generar empleo y más empleo, que es uno de los problemas importantes que se debe atender el gobierno para salir de crisis socio económica, que los políticos tradicionales no han podido entender.
Un plan de Gobierno nacido del contacto directo con el pueblo, detallando paso a paso, qué y como se deben hacer las cosas, una propuesta que se diferencia notablemente de los demás contendientes políticos, que hablan de soluciones promoviendo el odio, la confrontación y la venganza, acciones que no caben en los ideales de este líder nacionalista que en las elecciones pasadas del 2021, el pueblo le dio la espalda y que ahora reconocen su error y están dispuesto a enmendarlo, dándoles la oportunidad de gobernar.
Ahora; jóvenes, adultos, hombres y mujeres de todo el país, campesinos, líderes comunitarios, dirigentes políticos, empresarios e incluso representantes de organismos internacionales, reconocen entre sí, que Asfura es el presidente que Honduras necesita, serio, coherente y con una demostrada experiencia de cómo se debe trabajar para salir de la problemática, ante la urgente necesidad de invertir inteligentemente los recursos del Estado, ser más eficientes en la administración, reducir el gasto y promover la inversión nacional y extranjera, siempre garantizando el respeto a la seguridad jurídica y reconociendo la relevancia de la inversión público-privada.
Lejos de prometer soluciones idealistas e irrealizables, el plan de Asfura es una hoja de ruta objetiva, enfocada en las verdaderas necesidades del país, donde su fórmula para avanzar es clara: solo con trabajo y generación de empleo se podrán alcanzar los objetivos de desarrollo y bienestar nacional.
En el plan de Gobierno, Nasry Asfura establece su programa de gobierno en torno a cuatro ejes centrales, que considera esenciales para romper el estancamiento social y económico en el que, según él, el país se ha sumido desde el giro a la izquierda en 2022: Promover la descentralización ejecutiva para impulsará el protagonismo de los alcaldes municipales, dotándolos de presupuesto, equipo y tecnología, para que cada localidad cuente con respuestas ágiles a sus propias necesidades.
Implementar una gestión eficiente del presupuesto que proyecte una economía dinámica basada en la cooperación humana, el fortalecimiento de infraestructura vial y portuaria, y la garantía de un clima de confianza entre el sector público y privado.
Generar confianza y articulación público-privada, considerando su experiencia como exalcalde y empresario, para romper la tradicional rivalidad entre Estado y empresa privada, promoviendo una visión país en la que ambos trabajen unidos.
Ante la problemática en la salud y educación sostiene en la necesidad de diferenciar prioridades urgentes de proyectos a largo plazo, apostando por soluciones inmediatas en atención médica y condiciones dignas para la educación pública, con materiales y aulas adecuadas.
Con un liderazgo conciliador y sin confrontaciones, Tito Asfura proyecta una imagen fresca y confiable, alejándose de la retórica de ataques o insultos a sus adversarios.
Su estilo directo y realista, exento de alusiones negativas, le ha valido el reconocimiento de la prensa hondureña como un candidato modesto pero contundente. Su ascenso gradual y silencioso en las preferencias electorales lo convierte en una figura similar a la tortuga del célebre cuento, avanzando de forma constante mientras otros apuestan por la confrontación mediática.
En conclusión, el plan de gobierno presentado por Nasry «Tito» Asfura representa una apuesta pragmática y realista, basada en la experiencia de quien ha conocido de primera mano las verdaderas necesidades del pueblo hondureño. La fe en el trabajo, la inversión responsable y la eficiencia administrativa constituyen el eje de una propuesta que promete cerrar la brecha entre la Honduras que existe y la que todos desean construir.



