*** De igual manera, las autoridades de los Estados Unidos revocaron la visa del magistrado Mario Morazán y rechazó solicitud de Marlon Ochoa.
La CBP (Customs and Border Protection), agencia federal de seguridad fronteriza más grande de los Estados Unidos revocó la visa del presidente del Congreso Nacional (CN), Luis Redondo por obstaculizar el proceso electoral de Honduras.
Estos mismos dijeron que las voces de 3.4 millones de hondureños se deben de respetar y ser escuchadas por la masiva participación en las urnas que tuvo lugar en las elecciones generales pasadas del 30 de noviembre.
El CBP informó que revocó la autorización para el uso de la fuerza de Luis Redondo por obstaculizar el recuento de votos en el proceso electoral democrático de Honduras.
Por lo tanto, Estados Unidos no va a tolerar acciones que socaven la seguridad nacional del país norteamericano ni la estabilidad de la región, en este sentido, tienen la obligación de hacer valer la democracia.
“Las voces de 3.4 millones de hondureños deben ser respetadas y escuchadas. Hoy el CBP se revocó la autorización para el uso de la fuerza de Luis Redondo por obstaculizar el proceso electoral democrático de Honduras. Estados Unidos no tolerará acciones que socaven nuestra seguridad nacional ni la estabilidad de nuestra región”, declararon.
Luis Redondo respondió ante lo dicho por las autoridades de Estados Unidos, a continuación, la publicación íntegra del presidente del CN.
NO MÁS INJERENCIA. NO MÁS PRESIONES. NO MÁS CONDICIONAMIENTOS. Quien libera narcotraficantes, no le importa su propio pueblo, ni las muertes de los hijos de los electores y contribuyentes.
La soberanía de Honduras no se negocia. El derecho internacional prohíbe cualquier intervención política, económica o diplomática en los asuntos internos de un Estado, conforme a la Carta de la ONU (art. 2.7), la Carta de la OEA (arts. 19 y 20) y la Convención de Viena (art. 41). Nadie puede alegar ignorancia: la prohibición de intervenir, presionar o coaccionar procesos electorales es una obligación universal.
Europa ya lo reconoció: cuando la injerencia extranjera —como la que la Unión Europea atribuyó a Rusia en Europa del Este— contamina el voto, se corrige y hasta se reinicia el procedimiento democrático. Esa lógica es simple: cuando la presión externa afecta la voluntad popular, la legitimidad se rompe y el proceso debe revisarse.
El precedente es reciente y contundente: en mayo de 2025, Rumanía —Estado miembro de la Unión Europea y de la OTAN— se vio obligada a repetir sus elecciones presidenciales luego de que un tribunal superior anulara los comicios anteriores por graves violaciones electorales y acusaciones de injerencia rusa en la campaña.
La investigación judicial derivó en la exclusión del candidato inicialmente favorecido, Calin Georgescu, y obligó a convocar nuevamente al electorado para restaurar la legalidad democrática. Ese caso europeo confirmó una regla jurídica elemental: cuando la intervención extranjera contamina el proceso electoral y compromete la voluntad soberana del votante, la única salida democrática es revisar, corregir o repetir la elección. Honduras decide por Honduras. La voluntad del pueblo es inviolable. AB/Hondudiario
NO MÁS INJERENCIA.
NO MÁS PRESIONES.
NO MÁS CONDICIONAMIENTOS.
Quien libera narcotraficantes, no le importa su propio pueblo, ni las muertes de los hijos de los electores y contribuyentes.La soberanía de Honduras no se negocia. El derecho internacional prohíbe cualquier… pic.twitter.com/iAGCsXZaph
— LUIS REDONDO 🇭🇳 (@Lredondo) December 20, 2025
