*** El Liverpool se encerró ante un Totenham con diez pero volcado y con fe. El partido se embarró y las interrupciones evitaron el premio del conjunto londinense, cada vez más lejos de su objetivo.

El Liverpool, con sufrimiento final e incertidumbre, alargó la mejoría que le sitúa a un paso de los puestos de Champions de la Premier con una nueva y alentadora victoria ante un Tottenham deprimido, en crisis, castigado por el error de Xavi Simons, expulsado con roja directa a la media hora de partido y que recuperó tarde el pulso, con la entrada al campo de Richarlison.
Simons hizo un flaco favor al Tottenham, necesitado y cada vez más hundido en su bache. Lejos de la zona europea donde se le presume. Una falta absurda, una plancha al gemelo de Virgil Van Dijk en una zona próxima al medio campo, intrascendente, llamó la atención del VAR. Vio la roja con una hora de partido por delante y su equipo necesitado.
Eso, y la entrada al campo en el intermedio del sueco Alexander Isak, que poco después marcó y se marchó lesionado, todo en menos de un cuarto de hora, inclinaron el partido del lado del conjunto de Arne Slot que iguala en el cuarto lugar al Chelsea, ambos con veintinueve puntos, en plena puja por los puestos de Liga de Campeones.
Cinco partidos sin perder -dos empates y tres derrotas- reflejan cierta mejoría del campeón en cuanto a resultados pero no tanto en el juego.
No echó de menos el Liverpool a Mohamed Salah, reclutado por Egipto para la Copa África que desde la expulsión de Simons tomó el mando. Florian Wilrtz, a pase de Ryan Gravenberch, tuvo la primera poco antes del descanso cuando Slot apostó por Isak y quitó a un defensa, Conor Bradley.
Pero el primer gol visitante llegó en un error del equipo de Thomas Frank, concretamente del argentino Cristian Romero en la salida de balón. Entregó directamente la pelota al Liverpool, en su campo; Florian Wirtz asistió a Isak que dentro del área se desmarcó y batió a Guglielmo Vicario. Quedó en el suelo el escandinavo que no pudo seguir y se marchó del campo.

Aun así y con diez pudo empatar el Tottenham en una rápida acción de Randal Kolo Muani, potente, en solitario, algo escorado, que acabó la acción con un disparo suave pero envenenado que dio en el larguero.
Después amplió su ventaja el Liverpool en lo que parecía la sentencia. En un centro desde la derecha de Jeremie Frimpong que cabeceó a la red, en el área pequeña, Hugo Ekitike.
Aun así no se dio por vencido el Tottenham que acortó distancias porque Richarlison, que saltó al campo a diez minutos del final lo cambió todo. El brasileño agitó el encuentro. Poco después de saltar al campo aprovechó un barullo en el área y acortó distancias y después pudo empatar, en una carrera en solitario que no tuvo buen fin.
El Liverpool se encerró ante un Totenham con diez pero volcado y con fe. El partido se embarró y las interrupciones evitaron el premio del conjunto londinense, cada vez más lejos de su objetivo. EFE



