¡VOLUNTAD SOBERANA DE TRANSFORMACION DEMOCRATICA!

Ciudadano Dr. H. Roberto Herrera Cáceres
Desde el siglo XIX, hace alrededor de doscientos años, nuestros próceres, en especial José Cecilio del Valle y Francisco Morazán: nos legaron sus ejemplos de buenos ciudadanos, con sus ideas, comportamientos, obras y logros materializados en bien común del pueblo y aún con los que, en sus épocas de vida, no les fue posible realizar, y que recomendaron hacerlo a las generaciones siguientes.
La mayoría de esas recomendaciones no se han cumplido todavía. Por ello y por otras causas posteriores que surgieron con el devenir del tiempo y el insuficiente manejo del cambio constante: Honduras se encuentra en la situación actual de falta de verdadera democracia y de inobservancia debida del orden constitucional libremente decidido por el propio pueblo hondureño.
En el pasado como en la actualidad – ante los males públicos y las amenazas crecientes que – por ello- Honduras ha venido experimentando en su entorno nacional y como partes del contexto de Centroamérica, América y del mundo entero: nos ha faltado la iniciativa y el esfuerzo ciudadano solidario para mejorar o cambiar esas situaciones y nos hemos mantenido en las rutinas habituales de cada uno (a), como observadores pasivos de una Honduras totalmente diferente a la constitucionalmente establecida y vigente jurídicamente pero no aplicada realmente; y sin hacer nada, por nuestra parte como sociedad, para que avancemos por el rumbo debido por casi todos (as) querido y compartido.
Hoy, al fin, ya se ha comenzado a despertar nuestro pueblo, como lo ha evidenciado con ético y cívico comportamiento la ciudadanía electora de todas las generaciones del 2025, en ocasión de su voto consciente y responsable en las elecciones primarias y generales del presente año 2025, para la selección orientada a contar con Buen Gobierno del Estado de Honduras 2026 – 2030, dedicado a garantizar el respeto y disfrute de la dignidad humana por todos los hondureños (as), su bienestar común y progreso social, en un territorio nacional donde se utilicen racionalmente los recursos naturales, se salvaguarde la diversidad ecológica y el medio ambiente sano.
A contribuir a ese resultado, dirigimos nuestro permanente empeño como escritor y analista tal como lo evidencian nuestros libros y escritos hasta la fecha, en especial nuestro reciente libro publicado el 25 de enero 2025 “Dignidad y Derechos del Ser Humano en el Planeta Tierra”. https://books.google.hn/books?id=Z3FCEQAAQBAJ&printsec=frontcover&hl=es
Obra que, en su motivación y aplicación práctica se complementa – en parte – con la actual Iniciativa ética y cívica de julio 2025 a febrero 2026 de la Estrategia Ciudadana ¡Tendamos Puentes de Dignidad Humana!

Estrategia Ciudadana que es un recordatorio fraternal y una abierta y pluralista exhortación a que todos los (as)hondureños (as) vivifiquemos nuestra conciencia ética y cívica para: animar el empoderamiento individual de la dignidad igual de todo ser humano, del respeto mutuo y de la solidaridad – entre todos los hondureños y hondureñas – para proteger y promover esa dignidad, buscando el bien común y el mejoramiento progresivo de la calidad de vida y de trabajo de cada hondureño (a), el de nuestras familias, nuestras comunidades municipales y de toda nuestra Honduras, como Patria por todos(as) compartida.
La Estrategia Ciudadana ¡Tendamos Puentes de Dignidad Humana! anticipó resultados positivos significativos que se alinearían directamente con la visión de una democracia viva que ya comienza a reflejarse en el despertar de una sociedad digna con vitalidad suficiente para fortalecer constantemente el tejido social, la reducción de las desigualdades y el fomento de la cohesión comunitaria.
El fortalecimiento del tejido social se logrará así, construyendo puentes de comunicación bajo el estandarte de la dignidad humana que fomenta el entendimiento, repara divisiones, elimina la confrontación y el odio; y crea lazos comunitarios más fuertes y resilientes.
La reducción de las desigualdades se hará efectiva mediante la participación solidaria en la defensa de la dignidad humana, buscando soluciones a problemas sistémicos que perpetúan las disparidades y promoviendo una sociedad más equitativa y justa. El fomento de la cohesión comunitaria surgirá al alentar un propósito compartido de creciente dignificación humana y de la acción colaborativa, lo que conducirá a un entorno comunitario más unificado y solidario, con sentido de pertenencia a una Patria hondureña por todos (as) compartida: con ruptura de cadenas de autocracia o autoritarismo; y utilización del dialogo pluralista intergeneracional y de la tolerancia en el respeto y entendimiento mutuo para avanzar por el camino que conduce al objetivo superior de la protección y promoción de la dignidad humana de todos (as) los habitantes y migrantes de Honduras. Todo eso puede y debe empezar.
Hemos evidenciado – en este año 2025 – que hemos comenzado a hacerlo ya; y que, en Honduras, tenemos voluntad para aprender a vivir en democracia viva porque habiéndonos empoderado de nuestra dignidad humana: ha cobrado fuerza vital el valor superior de nuestra dignidad como personas individuales; y, ello, tendrá resonancia o gran divulgación internacional a la luz de su trascendental importancia nacional, regional y universal.



