*** Al pueblo hondureño, le presentamos los Defensores de Honduras. No somos un partido político, ni una facción en busca de poder.
Los Defensores de Honduras, una nueva organización encargada de alzar la voz del pueblo hondureño de cada uno de los rincones del país el cual recopila múltiples sectores con el propósito de defender la democracia y luchar por la libertad.
A continuación, el comunicado íntegro.
Hoy, cuando Honduras enfrenta una amenaza contra los cimientos de nuestra libertad y forma de gobierno, un vasto y diverso grupo de ciudadanos, movidos solamente por un profundo dolor de patria, nos hemos puesto en pie para cuidar de nuestra Honduras, con la protección de Dios.
Al pueblo hondureño, le presentamos los Defensores de Honduras. No somos un partido político, ni una facción en busca de poder. Somos el reflejo de la nación misma: Ciudadanos en general, Sector empresarial, Sociedad Civil, Iglesias en sus diversas expresiones, colegios profesionales, gremios campesinos y obreros, partidos políticos, organizaciones cívicas, artistas, académicos, comunidades organizadas, grupos de jóvenes valientes, militares y policías en situación de retiro, hondureños en servicio activo que juraron defender la Constitución de la República, empresarios grandes y pequeños, y familias que constituyen el alma de Honduras.
Somos el pueblo en su más amplia y genuina representación, unidos por un deber ineludible: La defensa de nuestra Democracia e Institucionalidad.
Declaramos ante Honduras y el mundo que el Estado de Honduras somos todos sus ciudadanos. Honduras no es propiedad de ningún caudillo, ni el eco de una persona que pretende usurpar la sagrada voz del Pueblo para imponer una agenda ajena a nuestros valores y aspiraciones. La soberanía reside en el pueblo, y es en su nombre que hoy nos alzamos.
Nos unimos para defender el derecho a unas elecciones libres y transparentes, y correctamente realizadas, el próximo 30 de noviembre, para garantizar la democracia y nuestro sistema de gobierno. Y de esta forma ser capaces de fortalecer los pilares de nuestra sociedad y fundamentos de nuestra república: La separación de los tres Poderes del Estado, democracia e institucionalidad, los valores de la familia hondureña, La libertad de expresión y de prensa, la libertad de culto, el respeto a la propiedad privada y al emprendimiento, la apoliticidad de las instituciones de gobierno, principalmente las Fuerzas Armadas y la policía, y el respeto a los derechos humanos. Y así, hacer realidad los derechos y garantías de todos los hondureños, expresados en la Constitución de la República.
Repudiamos, con la fuerza de nuestra convicción patriótica, toda injerencia del socialismo del siglo 21 que busca imponer su modelo de miseria, control y fracaso a nuestra tierra. Honduras tiene su propio destino, forjado en la fe, el trabajo y el espíritu inquebrantable de su gente. Por tanto, en este momento histórico convocamos a cada hondureño a ocupar su puesto en la defensa de la patria. No es momento de indiferencia o temor, o del frio, interesado y desleal cálculo político o de beneficios económicos; es momento de participación valiente y con decisión, no cederemos ni un espacio, levantemos nuestras voces en la plaza pública, en la comunidad, el trabajo y el hogar; en todas partes y por todos los medios.
Es momento de ejercer la soberanía del pueblo hondureño y de vigilar a aquellos a quienes hemos contratado a través de nuestro voto. Ellos son nuestros empleados, no nuestros amos, ni monarcas. Deben rendirnos cuentas de cada acto y cada decisión. Les exigimos sumisión a la Constitución de la República, transparencia, honestidad y, sobre todo, lealtad a Honduras.
Compatriotas la historia nos observa. El futuro de nuestros hijos está en juego. No ofrecemos un camino fácil, pero si el propósito noble por la dignidad y bienestar del pueblo, de sembrar una esperanza para Honduras y evitar la destrucción total de la democracia de nuestro país.
La defensa de Honduras ha comenzado, es el momento de unirnos y como soberanos imponer nuestra constitución y nuestra voluntad, en cada espacio que un hondureño pisa de este suelo sagrado y bendecido por Dios. Hondudiario
