*** La UESTC forma parte del selecto grupo de instituciones reconocidas por el gobierno chino bajo los proyectos 211 y 985, enfocados en promover la excelencia académica.
Un grupo de periodistas latinoamericanos visitó el campus principal de la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China (UESTC), situada en Chengdu, provincia de Sichuan, donde conocieron de cerca las capacidades científicas, académicas y tecnológicas de una de las instituciones más prestigiosas del país asiático.
La jornada comenzó con un recorrido por el edificio principal de enseñanza y el icónico árbol de gingko, símbolo de la ciudad de Chengdu, ubicado en el amplio campus de 4.250 hectáreas. A orillas de un lago con cisnes negros (mascotas donadas por la empresa Huawei). Con solo iniciar el recorrido, los visitantes se sumergieron en un entorno donde la ciencia convive con la naturaleza.
Fundada en 1956, la UESTC dio un salto en su expansión en 2006 con la construcción de su moderno campus, el cual cuenta con dormitorios, comedores y zonas de vivienda para los más de 45.000 estudiantes matriculados en programas de licenciatura y posgrado. Algunas áreas aún se encuentran en construcción, reflejo de su constante crecimiento.
Durante el recorrido, se destacó que varios de los edificios fueron financiados por egresados que hoy lideran importantes empresas chinas. Actualmente, la universidad cuenta con más de 2.000 docentes, varios académicos de alto nivel y ha formado a más de 250.000 talentos, muchos de ellos impulsores del desarrollo informático de China.
El grupo visitó el pabellón polideportivo, una infraestructura moderna utilizada para competiciones internacionales, graduaciones y conciertos. La UESTC también alberga uno de los laboratorios más avanzados en colaboración con la iniciativa de la Franja y la Ruta, con participación activa de países como Cuba y Canadá.
Proyecto internacional de neurociencia
Uno de los momentos más destacados fue la exposición sobre la carta enviada por el presidente Xi Jinping al científico cubano Pedro Valdés, en el marco de un proyecto internacional de neurociencia que une a China con países de América y Europa. En 2024, la universidad celebró una conferencia sobre salud cerebral con más de mil asistentes.
Los periodistas presenciaron una demostración del concepto de interacción cerebro-máquina, basado en textos médicos tradicionales chinos. La universidad desarrolla dispositivos que proyectan la actividad cerebral en tiempo real, adaptando videojuegos y experiencias de realidad virtual a las reacciones cognitivas del usuario.
En su laboratorio de neurociencia, los investigadores mostraron hardware diseñado in situ para recolectar y analizar señales neuronales. Las tecnologías permiten monitorear el cerebro, diagnosticar posibles enfermedades y desarrollar tratamientos personalizados orientados a prevenir el envejecimiento cognitivo.
Museo de Ciencia y Electrónica
La visita incluyó también un recorrido por el Museo de Ciencia y Electrónica, el primero de su tipo en China, con más de 15.000 piezas en su colección. La guía fue una estudiante de segundo año de la facultad de comunicación, quien relató la evolución de las telecomunicaciones desde la Segunda Guerra Mundial hasta el desarrollo de equipos con tecnología láser en la propia universidad.
Entre los objetos destacados del museo figuraban radares, antiguos televisores fabricados en Chengdu, y un dron utilizado durante el terremoto de 2008 que permitió rescatar personas gracias a señales visuales de auxilio. La muestra incluyó también los primeros ordenadores chinos y procesadores Intel.
Laboratorio de robótica
Otro punto clave fue la visita al laboratorio de robótica, fundado en 2010 y convertido en centro nacional en 2014. Este espacio se especializa en inteligencia artificial y en la interacción entre humanos y robots, con aplicaciones en salud, transporte y tareas domésticas e industriales.
Se presentaron exoesqueletos diseñados para personas con parálisis, ya utilizados en más de 300 hospitales del país. Algunos modelos permiten levantar objetos pesados y están disponibles en el mercado con precios que oscilan entre los 10.000 y 100.000 yuanes, dependiendo de sus funciones.
Gracias a técnicas como la captura de movimiento, los investigadores crean modelos para adaptar estos equipos a las necesidades específicas de los pacientes. Algunos exoesqueletos pueden incluso ser controlados con el pensamiento, mediante canales conectados a ondas cerebrales que emiten órdenes a los dispositivos.
Finalmente, los visitantes conocieron las instalaciones de impresión 3D del laboratorio, utilizadas para fabricar componentes personalizados. La universidad mantiene vínculos de cooperación con más de 200 universidades extranjeras y alberga actualmente cerca de 1.000 estudiantes de posgrado internacionales.
La UESTC forma parte del selecto grupo de instituciones reconocidas por el gobierno chino bajo los proyectos 211 y 985, enfocados en promover la excelencia académica. Su vínculo con empresas como Huawei, ZTE y Alibaba facilita prácticas profesionales y promueve el emprendimiento tecnológico entre sus alumnos. OB/Hondudiario