*** Las autoridades de Panamá admitieron la noche de la víspera que las protestas en Bocas del Toro habían escalado “peligrosamente” tras registrar esos violentos incidentes, que agravan la situación.
El Gobierno de Panamá declaró este viernes el “estado de urgencia” en la provincia caribeña de Bocas del Toro después de una “escalada” de violencia en la víspera durante las manifestaciones que azotan hace casi dos meses a esa zona bananera contra una reforma a la Seguridad Social.
“Se tomó la decisión de declarar ‘estado de urgencia’ en toda la provincia de Boca del Toro de la República de Panamá”, dijo el ministro de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, en rueda de prensa después de que el presidente José Raúl Mulino convocase de urgencia un gabinete de ministros.
El “estado de urgencia” suspende las garantías constitucionales por cinco días en esa provincia de Bocas del Toro, limítrofe con Costa Rica, donde el Gobierno ya había declarado un “estado de emergencia” en mayo, pero solo se aplicaba para el uso de fondos públicos, ante las protestas que allí se registran desde hace casi dos meses.
“Esta medida la tomamos para evitar que grupos radicales y delictivos se reúnan para organizar actos de violencia, vandalismo, que pongan en peligro la propiedad y a las personas que alteran la paz y el orden”, agregó el ministro de la Presidencia.
Saqueos y vandalismo en protestas en Bocas del Toro
Anoche, en la pequeña ciudad de Changuinola, una de las principales de esa provincia, algunos manifestantes “saquearon” las instalaciones de Chiquita Panamá, la bananera que tuvo que cerrar operaciones y despedir a todos sus trabajadores en mayo después de que los jornaleros fueran a un paro, según el Gobierno y la Policía.
También, “incendiaron parcialmente” un estadio de béisbol y “se tomaron instalaciones del aeropuerto de Changuinola, sustrajeron vehículos de empresas de alquiler y pertenencias de las oficinas de la terminal”. Además de que hubo robos en otros comercios, señala la información oficial.
Ante ello, algunas instituciones públicas decidieron este viernes suspender momentáneamente la atención al público y las operaciones en la ciudad de Changuinola. Igualmente, el Gobierno, empresarios y miembros de la sociedad civil han rechazado esos actos “vandálicos” en Bocas del Toro.
Las autoridades de Panamá admitieron la noche de la víspera que las protestas en Bocas del Toro habían escalado “peligrosamente” tras registrar esos violentos incidentes, que agravan la situación en esa provincia que desde abril registra fuertes bloqueos viales y enfrentamiento entre policía y manifestantes.
El presidente de Panamá envió esta semana un fuerte contingente policial, con unas 1.500 unidades, para despejar las carreteras bloqueadas en Bocas del Toro, que ha dejado al menos 55 detenidos y 12 policías heridos. EFE