*** El empresario Carl Zaglin enfrenta en Miami un juicio que reveló sobornos ligados a la Tasa de Seguridad en Honduras.
El empresario estadounidense Carl Zaglin enfrentó en Miami el quinto día de su juicio, en el que salieron a la luz evidencias de un esquema de corrupción vinculado a la Tasa de Seguridad en Honduras, con testimonios, documentos financieros y confesiones que señalan sobornos en contratos de uniformes policiales.
La periodista hondureña Xiomara Orellana, que cubre el proceso, advirtió en su cuenta de X que el caso destapa “realidades incómodas”, al mostrar hojas de Excel, correos electrónicos y testimonios que confirman cómo los fondos públicos vistieron a la Policía Nacional con uniformes “manchados por sobornos”.
En la audiencia, el exministro de Seguridad Julián Pacheco fue señalado como parte del entramado ilícito, según reportó TSI. Además, el empresario Luis Berkman, socio de Atlanco, explicó que los pagos ilegales fueron canalizados por el exbanquero Aldo Marchena en un esquema de “cascada” de comisiones del 20 por ciento, que habría beneficiado tanto a Pacheco como al exdirector policial Juan Ramón Molina.
De acuerdo con la información revelada, el propio Molina admitió ante el jurado que recibió más de 100 mil dólares en transferencias hacia Sky Max Leasing, una empresa en Belice bajo su control. “Sé que lo que hice no estuvo bien en ese entonces. Quiero cerrar este capítulo de mi vida”, declaró al confesar que aceptó tres pagos ilícitos en 2017 que sumaron 114 mil dólares, equivalentes a 2.9 millones de lempiras.
El exdirector policial aseguró que los sobornos no sirvieron para otorgar contratos, ya que la negociación con Atlanco se realizó directamente con la Policía Nacional, sino para agilizar la liberación de fondos de la Tasa de Seguridad, en medio de una burocracia marcada por constantes retrasos.
Según Molina, el vínculo se consolidó gracias a Francisco Cosenza, entonces director del Tasón, quien le sugirió que habría beneficios económicos si aceleraba los pagos. “Me dijo que había dinero si agilizábamos un pago”, recordó.
La Fiscalía presentó registros bancarios que confirmaron esa relación temporal, demostrando que las transferencias hacia Sky Max Leasing se realizaron poco después de cada desembolso estatal. Los fiscales sostienen que la estructura se diseñó para ocultar los sobornos como operaciones corporativas en Belice y no como ingresos personales.
El periodista Samuel Rubenfeld, en comunicación con TSI, reportó que Berkman reiteró en su testimonio que tanto Pacheco como Molina fueron receptores de los pagos gestionados por Aldo Marchena, exbanquero, lo que confirma una red de corrupción que operó desde las instituciones de seguridad hondureñas.
El juicio contra Carl Zaglin continuará este miércoles, mientras la Fiscalía busca robustecer la acusación y demostrar que los recursos del Tasón, aportados por la población a través de transacciones financieras, fueron desviados para alimentar una red de sobornos que alcanzó a las más altas esferas de seguridad en Honduras. OB/Hondudiario