*** López reflexionó que, pese a las dificultades, su compromiso con la democracia hondureña sigue intacto y que continuará trabajando como consejera para garantizar un proceso legítimo.

La concejera presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, aseguró que dirigir el ente electoral implica administrar desconfianza y sobrevivir a crisis constantes, en un contexto marcado por ataques y violencia política, al despedirse de la presidencia del órgano.
La funcionaria concluyó su periodo como consejera presidenta y cederá mañana el cargo a Ana Paola Hall, aunque aclaró que su compromiso con el país se mantiene porque seguirá formando parte del pleno.
“Se administra desconfianza, se va de crisis en crisis tratando de sobrevivir y hacer que el proceso sobreviva, en medio de la parálisis de un sector, ser atacada, sufrí mucha violencia política”, relató.
López afirmó que, pese a representar a un partido, “la prioridad es el deber con Honduras”, ya que considera que la democracia es el sistema que protege a todos, incluso “a quienes disienten de ella y a quienes la atacan”.
En su balance, reconoció que este año fue particularmente complejo y le dejó grandes aprendizajes. Relató que en el CNE se generan “crisis artificiales” y que muchas veces quienes ostentan poder se presentan como víctimas para imponer una narrativa, lo que agrava la polarización.
Recordó la dureza del clima interno, donde debió sentarse con personas que la atacaban “de forma cruel”, una experiencia que calificó de dolorosa y que ejemplifica, dijo, la hostilidad con que se vive la política hondureña.
López detalló avances logrados durante su gestión, entre ellos la implementación del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), la aplicación de audiometría, la realización de auditorías y la preparación de materiales de capacitación. Sostuvo que estos insumos quedarán disponibles para las elecciones de noviembre.
Explicó que actualmente se encuentran en marcha procesos claves como el control de la maleta electoral, los requerimientos de transporte y la impresión de documentos, aunque lamentó que aún no haya respuesta sobre el reglamento de control de campaña, que debió aplicarse desde el 1 de septiembre.
Al referirse a los comicios, afirmó que no tiene dudas de que se celebrarán el próximo 30 de noviembre, aunque aclaró que el reto no es solo garantizar que haya elecciones, sino que sean
“de calidad”. Insistió en que la legitimidad depende de la organización técnica y de la confianza pública en los resultados.
La consejera señaló que en su gestión enfrentó múltiples presiones externas, provenientes de distintas instituciones, que a veces intentaron condicionar las decisiones del CNE. Recordó en particular los hechos del 7 de julio, cuando hubo una paralización violenta que ejemplificó, dijo, la magnitud de los obstáculos.
López aseguró que el tiempo le ha dado la razón en muchos de los conflictos que atravesó, la polarización y la desconfianza se reflejan incluso dentro del ente electoral. Concluyó que, pese a las dificultades, su compromiso con la democracia hondureña sigue intacto y que continuará trabajando como consejera para garantizar un proceso legítimo. OB/Hondudiario