*** En el festival francés se hizo con la Palma de Oro y ha sido Francia la que acaba de elegir el filme como su candidato a los Óscar, ya que se trata de una producción franco-iraní.
Dos de los filmes favoritos a hacerse con el próximo Óscar a mejor película internacional, se centran en la situación en Gaza -”The voice of Hind Rajab” y “The Sea”- pero no son las únicas historias políticas de una categoría en la que hay cintas sobre regímenes autoritarios, colonialismo o la guerra en Ucrania.
Hasta el estreno de “The voice of Hind Rajab”, de la tunecina Kaouther Ben Hania, la favorita este año era “Un simple accident”, un demoledor retrato de la represión del Gobierno iraní dirigida por Jafar Panahi, un cineasta condenado varias veces por delitos relacionados con la libertad de expresión y que huyó a pie por las montañas para poder presentar su filme en Cannes.
En el festival francés se hizo con la Palma de Oro y ha sido Francia la que acaba de elegir el filme como su candidato a los Óscar, ya que se trata de una producción franco-iraní.
Pero el estreno en Venecia de “The voice of Hind Rajab” situó en el centro del debate social este durísimo filme, construido alrededor de las grabaciones de audio reales en las que la niña de seis años Hind Rajab pedía ayuda a la Media Luna Roja para que la salvaran de los disparos del Ejército israelí, algo que no se consiguió.
Unos hechos ocurridos en enero de 2024 que impactaron tanto a la realizadora que decidió inmediatamente trasladar la historia al cine y ha llegado en un crítico momento en el que aumentan las críticas a Israel por la masacre (¿o genocidio?), que está cometiendo en Gaza.
“La voz de Hind es la voz misma de Gaza”, dijo Ben Hania al recoger el Gran Premio del Jurado de Venecia, donde recibió la ovación más fuerte de la noche.
Lejos de estar cerrado el tema, ahora ha surgido otra fuerte candidata: “The Sea”, del director israelí Shai Carmeli Pollak, que al ganar el premio Ophir de su país a mejor película, se convirtió automáticamente en la candidata de Israel para los Óscar.
El filme se centra en un niño de la ciudad cisjordana de Ramala que trata de viajar al mar por su cuenta después de que el Ejército israelí no le permitiera cruzar un puesto de control junto a sus compañeros de clase durante una excursión. Su protagonista, Muhammad Gazawi (13 años), se alzó también con el Ophir al mejor actor.
La reacción del Gobierno israelí no se hizo esperar y el Ministerio de Cultura anunció este miércoles el cese de la financiación a los premios Ophir. “Mientras dependa de mí, los ciudadanos de Israel no pagarán por un vergonzoso evento de cine que escupe en las caras de nuestros soldados”, aseguró el titular del ministerio, Miki Zohar, en un comunicado.
Unas palabras que han hecho que “The Sea”, un filme que aún no se ha estrenado internacionalmente, se haya convertido en uno de los más esperados. A estos tres títulos se unen otros dos que tienen a Palestina como centro de sus historias.
Por un lado, “Palestine 36”, la candidata palestina, sobre la revuelta de 1936-1939 contra el dominio colonial británico, dirigida por Annemarie Jacir y que cuenta con actores como Hiam Abbass y Jeremy Irons. Y, por otro, la jordana “All That”s Left Of You”, de Cherien Dabis, sobre una familia palestina desde 1948 hasta la actualidad.
Pero la situación en Gaza no es el único tema político que tratan las películas presentadas al Óscar a mejor filme internacional, que ya cuenta con más de cincuenta candidatas -se suelen presentar alrededor de 92-, de las que a mediados de diciembre habrá una primera selección de 15 para quedarse en cinco nominadas en enero.
Kleber Mendonça Filho ataca la dictadura militar brasileña en “O Agente Secreto”, que se llevó el premio a mejor dirección en Cannes, donde su protagonista, Wagner Moura, fue considerado el mejor actor.
Un filme que tratará de repetir el éxito de “Ainda Estou Aqui”, de Walter Salles, que se llevó el Óscar a mejor filme internacional este año.
Otra guerra, la de Ucrania, es el tema del documental “2000 Meters to Andriivka”, mientras que las elegidas por Portugal (“Banzo”) y Filipinas (“Magellan”) cargan contra el colonialismo y la paraguaya “Bajo las banderas, el sol” retrata la historia silenciada de 34 años de dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989). EFE