*** NDI elecciones libres de intervenciones indebidas de parte de organismos judiciales y otras instituciones del Estado.
La Misión de Estudio y Acompañamiento Electoral del Instituto Nacional Demócrata (NDI, por sus siglas en inglés), desplegada en Honduras en el marco del proceso electoral 2025, sostuvo reuniones con una amplia gama de representantes institucionales, políticos, económicos y sociales. Estos intercambios permitieron escuchar y recoger diferentes valoraciones y perspectivas, así como identificar cinco desafíos que la Misión considera que requieren atención prioritaria para fomentar un clima de confianza en las próximas elecciones:
Una autonomía efectiva de los organismos electorales, incluyendo al Consejo Nacional Electoral (CNE), el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) y la Unidad de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización a Partidos Políticos y Candidatos (UFTF, también conocida como la Unidad de Política Limpia).
También unas elecciones libres de intervenciones indebidas de parte de organismos judiciales y otras instituciones del Estado. También, reducción de la polarización política y discursos anticipados de fraude, los cuales lesionan la confianza y legitimidad de las elecciones.
La prevención y reducción de riesgos de violencia electoral, especialmente contra mujeres políticamente activas. Mitigación de tensiones y limitaciones en el espacio cívico, especialmente la polarización y desconfianza.
La Misión vio como un avance significativo el acuerdo en el seno del CNE sobre el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), así como el respaldo que recibió de las distintas fuerzas políticas. Tal y como lo indicó en su declaración preliminar, la Misión celebra este entendimiento y hace votos para que este mismo espíritu de diálogo y conciliación prevalezca en la resolución de potenciales diferencias sobre la conducción del proceso electoral.
Estos intercambios permitieron escuchar y recoger las diferentes valoraciones y perspectivas en cuanto a los desafíos del proceso electoral y posibles vías para atenderlos. El pronunciamiento resumió cinco áreas de oportunidad las cuales son:
Fortalecer la gobernanza y la cooperación interinstitucional, de manera que el CNE y otras autoridades electorales cuenten con el apoyo efectivo de todas las instituciones competentes y puedan acordar e implementar procedimientos electorales oportunos, eficaces y transparentes.
Garantizar condiciones legales y políticas que ofrezcan certeza y ausencia de amenazas para que las organizaciones de la sociedad hondureña puedan contribuir de forma independiente a la integridad de las elecciones.
Avanzar en la creación de espacios seguros y sinceros de diálogo y entendimiento entre partidos políticos y autoridades electorales, y a nivel de la sociedad hondureña en su conjunto, que permitan acuerdos para la gobernanza del proceso electoral y compromisos activos de erradicar discursos de fraude que puedan afectar la legitimidad de las elecciones. Temas para el diálogo podrían incluir el sistema TREP, la identificación biométrica, la organización de cuerpos electorales temporales, reglas para la observación nacional y avances hacia un acuerdo político-ético entre los partidos políticos.
Mitigar la extensión en el país de un clima de intimidación y miedo que inhiba a los y las hondureñas de participar en el proceso electoral. Evitar la emisión de discursos que puedan incentivar la violencia en todas sus manifestaciones.
Propiciar espacios plurales, seguros y equilibrados de articulación social con diferentes expresiones y pensamientos que permitan la participación del pueblo hondureño en el proceso electoral, mediante acciones como la educación y motivación al votante y la observación independiente y sistemática de las elecciones.
El presente documento también ofrece recomendaciones concretas a diversas instituciones que pueden ser implementadas antes de la jornada electoral y abonar a la certeza y transparencia del proceso en marcha.
El pueblo hondureño merece elecciones creíbles y participativas que garanticen el respeto a la voluntad expresada por la ciudadanía en las urnas. Esto implica generar oportunas y eficaces condiciones políticas, institucionales y técnicas para que los comicios se desarrollen de manera pacífica y en un clima de confianza. La sociedad hondureña está ávida de espacios sinceros y respetuosos de diálogo, donde diferentes voces sean escuchadas y puedan aportar de manera activa.
En ese sentido, la Misión subraya la importancia de la observación nacional e internacional como herramientas para fortalecer la confianza y la transparencia. Diversos actores y actoras han solicitado la presencia y el acompañamiento de la comunidad internacional, así como el respaldo a las iniciativas de observación ciudadana, no partidaria, para que ambas se complementen y contribuyan a unas elecciones íntegras y creíbles.
Honduras tiene una larga tradición de diálogo político que en el pasado le ha permitido alcanzar acuerdos, superar crisis y avanzar en momentos decisivos. La Misión aspira a que prevalezca un ánimo de conciliación que permita celebrar un proceso electoral a la altura del compromiso democrático que ha demostrado el pueblo hondureño. AB/Hondudiario