*** Existe un ambiente de espera en el sector privado.
El gerente de Empresas Sostenibles del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Gabriel Molina, afirmó este miércoles que existe “sensación de incertidumbre en el país” por lo que sucederá después del 30 de noviembre mantiene en suspenso decisiones de inversión en todo el país. Señaló que la situación afecta de manera particular a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Mipymes), que además enfrentan la presión de la extorsión y de un sistema de permisos lento y complejo.
El representante empresarial explicó que existe un ambiente de espera en el sector privado, ya que muchos empresarios deciden posponer movimientos y contrataciones hasta conocer los resultados de las elecciones generales, dando a entender que la estabilidad política será determinante para recuperar la confianza y dinamizar la economía.
“Existe ese sentimiento de incertidumbre, de qué va a suceder, todo el mundo está esperando hacer cualquier inversión, cualquier movimiento en sus empresas, después del 30 de noviembre”, expresó Molina al micrófono de Hondudiario.
El directivo recalcó que el proceso electoral debe desarrollarse con transparencia y que “todo el mundo salga a votar”, pues un sufragio masivo y ordenado permitirá dar confianza al sector privado y generar las condiciones necesarias para retomar proyectos productivos.
Molina sostuvo que la Mipymes son “el mayor generador de empleo” y que, por ello, debería ser prioridad en las propuestas de los candidatos presidenciales. Indicó que el Cohep organizará conversatorios para escuchar directamente los planteamientos de los aspirantes y evaluar si cuentan con planes de gobierno “realistas” y aplicables.
“Esperamos que todo salga bien para el bienestar del país y podamos continuar normalmente haciendo las inversiones, contrataciones, respondiendo a lo que demanda la población, que es empleo”, manifestó.
En cuanto a los obstáculos que enfrenta la actividad empresarial, el gerente de Empresas Sostenibles señaló tres ejes principales: la baja calidad de la fuerza laboral, la complejidad del marco regulatorio y la inseguridad tanto jurídica como ciudadana. Consideró que la combinación de estos factores limita la formalización de negocios y alimenta el crecimiento de la informalidad.
Explicó que el país carece de trabajadores formados con las competencias que demanda el mercado, ya que instituciones de capacitación como el Infop siguen preparando personal en áreas que no tienen vinculación con la realidad productiva. Agregó que esa brecha de habilidades se traduce en menor productividad y mayor dificultad para atraer inversión.
Sobre el tema regulatorio, Molina enfatizó la necesidad de simplificar trámites como el permiso de operación, el registro sanitario o la licencia ambiental. Propuso que los procesos se realicen bajo un esquema de buena fe que reduzca tiempos y costos, en lugar de prolongar los procedimientos con requisitos que desalientan la formalización de empresas.
Molina alertó que la extorsión se convirtió en un factor crítico que provoca el cierre de negocios y genera desempleo. Dijo que la inseguridad ciudadana obliga a muchos emprendedores a operar en la informalidad para evadir presiones criminales, lo que debilita el tejido productivo y afecta al Estado en la recaudación de impuestos. OB/Hondudiario