*** Plan International advierte sobre la “normalización” de uniones forzadas de niñas en Honduras.

La representante de País de Plan International Honduras, Karla Cueva, advirtió que la “normalización” de las uniones y matrimonios forzados de niñas en el país continúa siendo una problemática vigente que “sigue sucediendo” y probablemente con mayor incidencia ante la falta de estadísticas actualizadas, situación que devela un fenómeno persistente y culturalmente aceptado.
Cueva habló con Hondudiario y explicó que este es un tema que se manifiesta tanto a nivel global como nacional y detalló que “en el mundo cada año 12 millones de niñas se unen antes de cumplir los 18 años”, lo que equivale a que “cada 3 segundos una niña se une en una unión forzada”.
La experta señaló que se considera forzada toda unión en la que “una de las dos cónyuges tiene menos de 18 años o esta unión sucede sin el consentimiento de una de las partes”, realidad que afecta a millones de niñas y que en Honduras mantiene cifras preocupantes pese a la falta de registros recientes.

Recordó que “la encuesta nacional de salud del año 2019 ya nos reflejaba que, entre las mujeres de 20 a 24 años, 34 por ciento de estas mujeres ya se habían unido antes de los 18 años y ya eran mamás”, un dato que, según la organización, permite dimensionar la magnitud del problema en el país.
Sin oportunidad para decidir
Tal escenario “se hace mucho más evidente” en las comunidades rurales porque “el 42 por ciento de estas mujeres de entre 20 a 24 años ya se han unido en áreas rurales y el 25 por ciento en el área urbana”, lo que demuestra una brecha marcada entre ambos contextos.
“Esto quiere decir que sigue sucediendo que una niña se una, muy pequeña a veces, con una persona que probablemente es 5, 10 y hasta 20 años mayor”, expresó, y muchas veces a las menores “no se les da la oportunidad generalmente de decidir si quiere seguir en la educación, si quiere perseguir sus sueños”.
Cueva precisó que uno de los factores principales detrás de estas uniones es “la falta de oportunidades de las niñas”, sobre todo en las zonas donde “las opciones al segundo ciclo de la educación básica dejan a las niñas sin educación y generalmente ella tiene que volver a su casa”.

Indicó que “la naturalización del rol de las niñas también solamente como mamás o como cuidadoras hacen lo más natural de que esta niña a lo que puede dedicarse es a ser esposa, a tener hijos y generalmente esta normalización también viene de parte de las familias”.
Además, manifestó que la pobreza familiar también influye en este fenómeno ya que “hace que se vea la unión y generalmente con una persona mayor como la única opción o alguna de las únicas opciones que pueden tener las familias y las niñas para salir de la situación de pobreza en la que viven”.
Recalcó la importancia del papel de los padres, pues “son ellos los primeros llamados a cuidar a sus hijas” y al ser cómplices de una unión forzada “están contribuyendo muchas veces a que su hija se va a vivir en una relación, a vivir aparte, que muy probablemente sufra violencia física, violencia psicológica y la falta de acceso también cuando ya son mayores a oportunidades económicas”.
No tenemos cifras actuales
La representante de Plan Internacional expuso que “pasó la pandemia, no tenemos cifras actuales y creo que el fenómeno quizás un poquito mayor en el país, no lo sabemos, por eso la importancia de que investiguemos, de qué va, de qué trata para que podamos tomar decisiones y que este sea un tema del que sigamos hablando”.

Cueva alertó que “tendríamos que tener como cifras comparativas actualizadas” para dimensionar la realidad de las uniones infantiles. Los últimos números son del 2019 y por eso “es la urgencia” ya que en ese año “había departamentos donde nos reportaba mucha más incidencia de uniones tempranas, Olancho, Santa Bárbara y Copán”.
Sin su consentimiento libre y pleno
En 2017 se reformó el Código de Familia porque todavía en el anterior se autorizaba el matrimonio a personas de 18 años y a las personas que tuviesen 16 años con autorización de los padres si había un embarazo de por medio, pero ahora tras la reforma “solo se permite el matrimonio de personas mayores de 18 años”, aunque reconoció que “no todas las uniones se legalizan a través de la autorización de un alcalde”.
La especialista lamentó que al ser sometidas a uniones forzadas a las niñas se les viola el derecho a la educación, “también se les cuarta la oportunidad de acceder a mejores oportunidades laborales” y señaló que este tipo de uniones “trae como consecuencia que se sigue repitiendo el ciclo de la pobreza”. OB/Hondudiario



