*** Desde la perspectiva de Koloamatangi, el director logró que un personaje tan famoso en la historia del cine “se sintiera fresco, como si lo viéramos por primera vez”, según cuenta a EFE.

El director Dan Trachtenberg tomó el riesgo de otorgarle por primera vez emociones a uno de los villanos más clásicos del cine, el Depredador, en “Predator: Badlands”: “Siempre he pensado que lo genial del Depredador es que cuando veías su capa, veías que tenía una cultura y un código de honor que contaban una historia de fondo”, explicó en una entrevista con EFE.
Protagonizada por Elle Fanning y Dimitrius Koloamatangi, la película, que llega a los cines este viernes, sigue el camino de Dek, un joven Depredador que exiliado de su clan emprende su primera misión como cazador para demostrar su valor.
Trachtenberg, quien ya había explorado este universo en “Predator: Prey” (2022) y “Predator: Killer of Killers” con gran éxito entre la crítica, ahora se adentra en el desafío de brindar otro matiz a una figura de la ciencia ficción que ha existido en el cine desde 1987.
“Creo que normalmente la gente diría que cuando tienes un villano genial como el Depredador, parte de lo que disfrutas es el misterio y la mística que lo rodea”, explica. Sin embargo, fue su deseo de profundizar en la cultura Yautja lo que lo motivó a emprender este proyecto y mostrar un nuevo rostro de este emblemático personaje.
“No quería una historia de orígenes, quería que la película fuera una exposición exhaustiva de la cultura Depredadora, y simplemente abrir un poco la puerta para comprender lo suficiente de la cultura Yautja y así entender los sentimientos del protagonista antes de lanzarlo a una prueba de fuego”, ahonda.
En la cinta Dek, a quien da vida Koloamatangi, es áspero y solitario, cargado de resentimiento. No obstante, su camino está marcado por un conflicto interno que lo lleva a una evolución personal que muestra emociones y vulnerabilidad poco comunes en su especie.
Desde la perspectiva de Koloamatangi, el director logró que un personaje tan famoso en la historia del cine “se sintiera fresco, como si lo viéramos por primera vez”, según cuenta a EFE.

El actor neozelandés cargó en sus hombros el peso de ser el primer Depredador que se ve durante toda la cinta. “Tenía que hacerle justicia”, apunta.
Entre los retos estaba lograr que la audiencia pudiera conectar con “una criatura alienígena que tiene este aspecto”. “No es el más guapo”, agregó.
Koloamatangi, cuyo rostro permanece oculto tras la máscara y maquillaje característicos de su personaje, también enfrentó el reto de construir una actuación basada principalmente en una interpretación física, transmitiendo emociones y presencia mediante su movimiento y gestos corporales.
“Se trató de encontrar la verdad en cada escena y transmitirla con la máxima intensidad. Teníamos que capturar cada expresión, animarla y lograr que Dek fuera lo más Yautja posible, conservando ese lado animal y primitivo que tanto disfrutan los fans, pero al mismo tiempo darle corazón y permitirle moverse y vivir como un ser humano”, comenta. EFE



