*** Gabriela Castellanos publicó como es habitual una columna en la que esta vez habló del estado de sitio la cual es un error tenerlo en medio de un proceso electoral.

La directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos enfatizó este lunes 17 de noviembre de 2025 que se acercan los comicios los cuales están “ensartados en un sombrero” que ningún país que aspire a llamarse democrático debería de tolerar, un proceso electoral bajo el estado de excepción.
“Honduras se acerca a unas elecciones generales ensartada en un sombrero que ningún país que aspire a llamarse democrático debería tolerar: un proceso electoral bajo estado de excepción”, declaró Castellanos.
A solo 18 días de los comicios, el Poder Ejecutivo decidió ampliar por 45 días más una medida que desde diciembre de 2022 se volvió “norma, rutina, anestesia legal”. Y aquí está lo insólito, lo indecente, lo que raya en la parodia institucional: pretender una fiesta democrática bajo un régimen que limita derechos fundamentales, citó Castellanos.

La directora del CNA dijo que la justificación de la “familia real” es la misma desde hace años: combatir extorsión, homicidios y narcotráfico. Algo que es real, pero se convirtió en un argumento débil cuando la medida se vuelve una justificación permanente.
“Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos, colectivos ciudadanos y defensores han reiterado una advertencia tan básica como urgente: no puede haber democracia si se gobierna con suspensión de garantías. Pero el poder ha optado, por lo contrario: naturalizar lo excepcional, volver regla lo transitorio, construir un país donde la vigilancia permanente es excusa para la incapacidad estructural”, manifestó.
Castellanos subrayó que el estado de excepción es la máscara perfecta del socialismo periférico: una herramienta para “domesticar” pobres, no para liberar pueblos. Bajo esas medias, las élites de izquierda aseguran su dominio y los sectores vulnerables sufren el descontrol policial sin ver mejoras reales en sus condiciones de vida.

“Llamar “elecciones libres” a un proceso celebrado bajo estado de excepción es una farsa de manual. Esta democracia es una venta de aguacates: ver y no tocar. El ciudadano vota, pero no decide. Se abren urnas, pero se cierran libertades. Es el sueño rosa de cualquier gobierno autoritario: un país disciplinado, vigilado, contenido, listo para depositar su esperanza en papeletas mientras se le niega su voz en las calles”, remarcó.
Gabriela Castellanos añadió: “Honduras no necesita más prórrogas de excepcionalidad; necesita un Estado capaz de garantizar derechos sin suspenderlos, un sistema político que no confunda control con gobernabilidad, y un gobierno que entienda que la seguridad no es una coartada sino una obligación”.
“Ir a votar con libertades mutiladas en una “fiesta cívica… con el miedo vigilando desde cada esquina, entonces lo que llamamos elecciones es apenas un ritual para que la dictadura parezca orden”, cerró diciendo. AB/Hondudiario
Gabriela Castellanos:
DISCULPEN MI CASTELLANOAl estado de sitio, lo pondremos en su sitio
Gabriela Castellanos
1/2 Honduras se acerca a unas elecciones generales ensartada en un sombrero que ningún país que aspire a llamarse democrático debería tolerar: un proceso electoral…
— Gabriela Castellanos (@GCastellanosL) November 17, 2025



