Por: Roberto Herrera Cáceres
Porvenir de Honduras, Centroamérica y América entera: meditación del Sabio Hondureño José Cecilio Del Valle.

SOMOS LAS DIVERSAS GENERACIONES DEL SIGLO XXI QUE TRANSFORMAREMOS HONDURAS
-PRESENCIA INTERGENERACIONAL POR EL MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD DE VIDA Y DE TRABAJO DEL PUEBLO –
Apreciados compatriotas: El 22 de septiembre celebramos el histórico y fructífero nacimiento de una de nuestras más grandes figuras hondureñas que dejó un valioso legado histórico científico y ético – cívico: político, jurídico, social, filosófico y de otras ciencias que aplicó en sus grandes hazañas en favor de la independencia, de la democracia y del desarrollo de Honduras y Centroamérica; y cuya más alta aspiración fue que” la posteridad le hiciese justicia… No deseo ser condenado por la posteridad” lo que explicaba con su afirmación siguiente: “Yo no hablo a las generaciones presentes. Hablo para las futuras que la sucedan”.
El Sabio destacó así que: “Cada país presenta ejemplos. Cada siglo, lecciones. Pero, los hombres no las reciben. Son insensibles a las desventuras de su especie, no investigan su origen, ni estudian sus causas. Que los hombres dignos de escribir hagan a la patria el servicio que debe hacer un sabio: presentar sus pensamientos y observaciones, indicar el mal que puede hacer una providencia mal combinada o designar el bien que pueden hacer otras medidas”.

Hoy en el siglo XXI, hacemos justicia reclamada por nuestro sabio prócer hondureño, reconociendo y aplicando el contenido científico de sus obras, pensamientos y mensajes éticos y cívicos por el bienestar de nuestros pueblos; y de manera acorde a la evolución científica y tecnológica de los tiempos, convergiendo – en todo caso – en la dignidad y derechos humanos de las personas y de los pueblos, como tema central y finalidad superior de todos los Estados y sociedades; y de todas las ciencias y tecnologías. Mi más reciente libro de este año 2025 “Dignidad y Derechos del Ser Humano en el planeta Tierra” se inspira en lo anteriormente expresado; documenta la realidad actual y propone medios concretos para lograr la transformación nacional, centroamericana y mundial que el Sabio Valle visualizó desde el siglo XIX y que hasta hoy, las diversas y actuales generaciones de compatriotas del 2025, procederemos a hacer posible en los ámbitos local y nacional, utilizando nuestro voto meditado, consciente y responsable para asegurar el bienestar y progreso de todos los hombres y mujeres, en todas las etapas de sus vidas, en Honduras.
Para nuestro sabio Valle: “El Estado de Honduras es uno de los principales de nuestra República de Centro América. Caracteres grandes lo distinguen de los otros Estados. La naturaleza parece destinarlo a ser de los más ricos y poderosos entre todos los del nuevo mundo”. En esa virtud, señaló desde el siglo XIX, la verdadera dirección independiente, con seguridad y bienestar que debemos seguir por iniciativa propia y del mayor esfuerzo con los medios propios; y con la selección debida, de entre todo el pueblo, de ciudadanos que conformasen buenos gobiernos; respetasen, aplicasen y velasen por la aplicación de la Constitución y el disfrute de la vida en democrática en nuestro país; y que evitasen constituirse en gobiernos despóticos o autocráticos, así como impulsores de divisiones y confrontaciones entre clases sociales, realzando siempre la importancia fundamental, en sociedad democrática, de la defensa, respeto y vigencia efectiva de la libertad de prensa y de religión.
Sobre ello, resumo puntualmente los siguientes fragmentos de su pensamiento aplicables a nuestros propios esfuerzos y deberes, que el sabio Valle planteó así: ” Uníos en sociedad de amigos del sistema constitucional para conservarlo en los Estados donde existe y plantearlo donde lo repugna el poder absoluto…si ha habido en el mundo días de despotismo tristes como los del invierno, debe haber días de libertad constitucional, alegres como los de primavera”. ”… siempre son fanáticos los que profesan doctrinas exageradas, creen que aquellas doctrinas se han creado para ellos exclusivamente, creen que ellos son la ley, que ellos solo tienen el derecho y la autoridad de defenderla; creen, en fin, que tendrán más fuerza mientras más abatidos vean a los de contraria opinión; y no cuentan con la fuerza que suele dar, a los vencidos, la desesperación. Aspiran al exterminio de sus adversarios, y parece que ignoran los efectos morales y políticos del martirio. Quieren que la nueva ley no ofrezca garantías a los que no son sus amigos y en esta parte raciocinan como los déspotas”.
Sobre quienes son contrarios al pluralismo democrático y tratan de fomentar divisiones que afecten la unión democrática de la sociedad por el bien común, nos enseñó que: “Habrá ricos y pobres, ignorantes y sabios, porque, en el sistema de las sociedades, es difícil y acaso imposible distribuir las fortunas y dividir las luces con igualdad absoluta. Pero el pobre y el millonario, el ignorante y el sabio, serán iguales ante la ley; la riqueza no será titulo para oprimir; la ilustración no se ocupará en engañar; se acercarán las distancias y el hombre andrajoso, sabiendo que es ciudadano como el rico: será menos vil o más digno de la especie de que es individuo”.
Sobre los políticos que se oponen a la existencia y práctica de las religiones, se manifiesta y expresa lo siguiente: “La política, en vez de destruir, debe conservar la religión que penetra hasta donde no llega la ley, la religión que pone freno a los que no tienen el del honor, luces y educación. No es la destrucción de los ministros de la iglesia el fin a que debe marcharse. El objeto importante de los gobiernos debe ser nacionalizarlos, hacerlos ciudadanos, procurar que no se dividan los conceptos de miembros de la iglesia e individuos de la sociedad”.
En apretada síntesis, el sabio Valle nos llama a tener siempre presente la posición cimera y determinante de la dignidad humana de donde proviene la soberanía nacional del pueblo, quien es el creador del Estado democrático de Derecho para la realización de la finalidad social de bien común. Por lo que es el mismo pueblo que selecciona a sus representantes– de entre sus ciudadanos y ciudadanas – para conformar el buen Gobierno que deberá asegurar, conforme a lo antes expuesto, la gestión eficaz y eficiente del funcionamiento del Estado democrático hacia su finalidad social que, en Honduras y Centroamérica, consagra jurídica y políticamente la prioridad a la dignidad y derechos humanos de los (as) habitantes.
Por ello, nuestro sabio acertadamente planteó lo siguiente:” El gobierno que trabaja incesantemente en la paz y tranquilidad de los pueblos, se ocupa con igual celo de su riqueza y prosperidad. Mira lo uno como calidad necesaria para gozar de los bienes de la asociación política, ve en lo otro el objeto final de esta misma asociación”. “…El Gobierno de una nación exige – más que cualquiera otra obra – un plan profundamente meditado. Sin él no hubiera unidad, se multiplicarían las contradicciones y todo sería inconsecuencias y desaciertos…”.Todo eso está aún pendiente de realizar en Honduras. Confiamos que, a partir de las próximas elecciones del 30 de noviembre, seremos capaces de cambiar el actual creciente desorden y que una nueva Honduras de dignidad humana nos posibilitará vida con bienestar y progreso social. RHC/hondudiario



