*** El silencio obligatorio busca garantizar que el electorado pueda decidir su voto libre de presiones mediáticas en los días previos a la jornada cívica.

Honduras entró oficialmente en la fase decisiva de su proceso democrático tras el inicio del silencio electoral a la medianoche del lunes de esta semana, marcando el fin de una intensa campaña proselitista de cara a las elecciones generales de este domingo 30 de noviembre.
Según el cronograma establecido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), a partir de las 12:00 horas del martes, quedaron prohibidas las manifestaciones públicas, la propaganda política y la difusión de encuestas, abriendo un periodo de cinco días destinado a la reflexión de los más de 6 millones de ciudadanos convocados a las urnas. El silencio obligatorio busca garantizar que el electorado pueda decidir su voto libre de presiones mediáticas en los días previos a la jornada cívica.
La contienda presidencial se perfila como una carrera reñida y polarizada protagonizada por tres figuras principales que buscan suceder a la actual mandataria Xiomara de Zelaya. Por el oficialismo, Rixi Moncada, del partido Libertad y Refundación (Libre), aspira a mantener el poder con una propuesta de continuidad del proyecto “socialista democrático”. Frente a ella se posicionan dos fuertes opositores: el exalcalde de Tegucigalpa, Nasry “Tito” Asfura, quien lidera al tradicional Partido Nacional con una promesa de orden y gestión, y Salvador Nasralla, quien compite bajo la bandera del Partido Liberal, presentándose como la alternativa para romper el bipartidismo histórico y la hegemonía actual.

Además de la presidencia, los votantes elegirán a 128 diputados al Congreso Nacional y 298 corporaciones municipales.
A manera de reflexión, el cardenal emérito de Tegucigalpa, Óscar Andrés Rodríguez, llamó a la población hondureña a participar en las elecciones con conciencia, fe y sin violencia.
En su mensaje, Rodríguez señaló: “En medio de este proceso, Honduras es un pueblo de fe, a la hora de votar, todos a votar en conciencia, a votar por aquel que pensamos que va a hacer lo mejor para Honduras”, explicó el líder religioso, quien también recalcó: “Creemos en el Señor Jesús y no en ideologías”.
Durante su intervención, el cardenal emérito manifestó que los días restantes antes de las elecciones deben ser dedicados a la reflexión y la oración, y puntualizó: “Por favor refrénense de esa violencia porque eso es delincuencia y Honduras se forma con ciudadanos leales, conscientes y en justicia”.

El ambiente previo a los comicios está bajo una elevada tensión política y cruces de acusaciones sobre posibles irregularidades, lo que ha puesto en alerta a la comunidad internacional. Misiones de observación electoral de la Unión Europea (UE) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) ya se han desplegado en el terreno para monitorear la transparencia del proceso, desde la apertura de las mesas hasta el escrutinio final.
Los cierres de campaña del pasado fin de semana evidenciaron la polarización del país, con multitudinarias concentraciones en la que algunos los candidatos advirtieron un posible fraude y que no aceptarán los resultados. En el plano logístico, las Fuerzas Armadas de Honduras avanzan con la distribución del material electoral bajo la custodia del CNE, asegurando que las maletas con las papeletas lleguen a los centros de votación más recónditos del país.
Con el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) a prueba y la mirada del mundo puesta en Tegucigalpa, Honduras se prepara para definir su rumbo político para el periodo 2026-2030 en una jornada que se anticipa histórica. OB/Hondudiario



