*** Desde los vestigios de la dinastía Xia hasta la fabricación de maquinaria de última generación, Luoyang fusiona su rica herencia cultural con la innovación tecnológica para impulsar el futuro del agro chino.
La ciudad de Luoyang, una de las capitales históricas de China, está emergiendo hoy como un centro de innovación tecnológica en el sector de maquinaria y equipo agrícola, sin dejar de lado su riquísimo legado cultural. Esta transformación fue evidente durante una reciente visita de medios latinoamericanos, incluido Hondudiario, que incluyó el Museo del Sitio Erlitou de la Capital Xia y la sede de YTO Group Corporation, líder nacional en la fabricación de tractores.
Con más de un millón de visitantes anuales, el Museo de Erlitou presenta una narrativa arqueológica fundamental para entender los orígenes de la civilización china. Se exhiben allí más de 2.000 piezas, incluyendo jades rituales, utensilios de bronce y cerámicas que datan de la dinastía Xia (alrededor de 2070–1600 a.C.). En sus salas se destaca la “Great Xia Capital”, donde se realizaban sacrificios (de animales) acompañados de música y bebidas, y se descubrió el palacio más antiguo del país.
Entre las piezas más llamativas están un cuchillo de jade, decoraciones con turquesa y una figura de dragón formada por 2.000 fragmentos. Los hallazgos arqueológicos sugieren una jerarquía social avanzada y una organización urbana que antecede a muchas otras civilizaciones conocidas.
El museo emplea tecnología interactiva de última generación, incluyendo lupas especiales para las reliquias más pequeñas y pantallas inteligentes que permiten a los visitantes observar cada artefacto con detalle. La exposición también incluye una sección dedicada al “siglo de exploración arqueológica”, con fotografías de los equipos que trabajan en el sitio.
Una de las piezas arqueológicas que capturó la atención de los visitantes latinos por su singularidad y misterio, es el “Bony Monkey” (o Mono Óseo), que se trata de una pequeña escultura tallada en hueso o marfil, que data de la época de la dinastía Xia (alrededor del 2000–1600 a.C.), y representa la figura estilizada de un mono en una postura dinámica o ritual. Su diseño refleja el alto nivel de artesanía de la cultura Erlitou, conocida por sus elaborados trabajos en jade, bronce y hueso.
Lo más intrigante de esta pieza es su posible significado simbólico o ceremonial, aunque según explicó la guía el objetó se encontró en la tumba de un niño de dos años, y se piensa que es su juguete.
El museo, inaugurado en 2019, es mucho más que un espacio expositivo: es una ventana a los albores de la civilización china. Exhibiciones inmersivas, con recreaciones en 3D y pantallas interactivas, transportan a los visitantes a un mundo de palacios de tierra apisonada, talleres de fundición de bronce y una sociedad jerarquizada que sentó las bases de lo que hoy conocemos como China.
Modernización de la agricultura
En contraste con el pasado remoto, la modernidad se hace presente en la visita a YTO Group Corporation, fundada en 1955. Esta empresa estatal, ubicada también en Luoyang, ha sido fundamental para la modernización de la agricultura en China, con una línea de producción que hoy alcanza las 200 unidades diarias.
Durante el recorrido se mostró la evolución de la maquinaria agrícola, desde el uso del ganado hasta la introducción del primer tractor chino en 1958. La fábrica, establecida tras una decisión del gobierno en 1955, celebró con orgullo la producción del modelo pionero y su posterior desarrollo tecnológico.
Se exhibieron modelos históricos como el tractor LF 80-90, que inicialmente era importado y luego fue producido localmente, y el más reciente LX950, probado por líderes nacionales. También destaca el LF2204, diseñado para trabajar en grandes campos con alta eficiencia.
Uno de los principales objetivos de YTO es “fabricar máquinas para la agricultura china y reducir los costos”. La empresa también ha incursionado en la producción de vehículos militares, como el tanque Tipo 59, fabricado en 1970.
La visita incluyó un recorrido por la línea de ensamblaje, donde se pudo observar el proceso completo: desde el montaje del motor y la estructura hasta la colocación de llantas y la pintura final en rojo y negro. Cada tractor requiere la colaboración de al menos tres operarios, quienes trabajan con máxima precisión.
Además de abastecer al mercado interno, YTO exporta a más de 150 países, incluyendo Honduras y varias naciones de América Latina, Asia y África. Esta expansión se ha visto impulsada por el uso del ferrocarril China-Europa Dongfanghong, que permite una conexión directa con países como Rusia, Alemania y Kazajistán.
Este tren de carga, que alcanza velocidades de hasta 100 km/h, transporta maquinaria agrícola y productos manufacturados desde China hacia Europa, reduciendo significativamente los tiempos logísticos respecto al transporte marítimo.
El nombre “Dongfanghong” rinde homenaje al primer tractor chino, y la línea ferroviaria se ha convertido en un símbolo de la cooperación logística entre China y Europa. Partiendo de ciudades como Zhengzhou, conecta con puertos marítimos clave y fortalece la red de la iniciativa Belt and Road.
YTO también invierte en tecnología verde, desarrollando tractores eléctricos y equipos más sostenibles, en línea con las regulaciones ambientales de la Unión Europea. Esto ha facilitado su ingreso en mercados exigentes y ha consolidado su reputación como fabricante responsable.
En suma, la ciudad de Luoyang representa un puente entre el pasado milenario de China y su presente innovador. Desde los rituales de jade de la dinastía Xia hasta los tractores de alta potencia que cruzan Eurasia, esta ciudad refleja el dinamismo de un país que avanza sin olvidar sus raíces.
Con su doble vocación como capital cultural y polo industrial, la urbe se consolida como un referente en la nueva China: una nación que honra su historia mientras impulsa el futuro con tecnología, infraestructura y una visión global. OB/Hondudiario